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Por Juan Turello. Por diversas razones, el Gobierno nacional reconoció en la estadística –no en las palabras- que hay alta inflación, señala mi nota en La Voz del Interior. Desde 2007, la suba generalizada de precios superó los dos dígitos; en 2013 rondó el 28%.
El shock social y económico que provocó admitir que la inflación de enero fue de 3,7%, intentó ser corregido con la búsqueda de culpables y las fuertes multas a súper e hipermercados.
Cristina Kirchner y Axel Kicillof descubrieron que es muy popular acusar a multinacionales, especuladores, a los que le sacan “el dinero a la gente” y multarlos, pese a que el programa “Precios Cuidados” se había presentado como un acuerdo voluntario.
Ese clima de confrontación, que fue asumido por gobernadores y militantes kirchneristas, preocupa a los industriales. Ercole Felippa (UIC) le transmitió el viernes a De la Sota que “es necesario bajar el nivel de agresión y buscar una salida a la crisis, que es menos grave que en otros momentos de la Argentina”. “De lo contrario gobernador, podemos ingresar en un clima de violencia que nos va a perjudicar a todos”, enfatizó.
El dato preocupante es que la suba de enero no refleja todo el impacto de la devaluación. La página www.inflacionverdadera.com señala que la cifra del INDEC coincide con su seguimiento de enero (3,78), pero advierte que en lo que va de febrero ya superó el 5%. “Es la más alta desde que comenzamos a recolectar precios en marzo de 2008”, advierte el informe. Los economistas Aldo Pignanelli y Orlando Ferreres proyectan una suba de más del 40 por ciento para 2014.
5%, es la inflación de la primera quincena de febrero, medida por www.preciosverdaderos.com. La interanual ya supera el 30%.
Los tiempos por venir serán difíciles para todos.