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La Selección Argentina está despertando los mismos sueños que hace 24 años cuando en el Mundial de Italia llegaba a la semifinal. Lo que comenzó con un apoyo medido, se ha convertido en una euforia que contagia a todos. Y todos esperan lo mejor el miércoles cuando enfrente a Holanda en semifinales.
Héctor Cometto analiza cómo jugó la Argentina ante Bélgica.
❝El primer gran mérito es haber afrontado el histórico pase a semifinales ratificando el poderío del protagonista, del candidato.
Argentina tuvo presencia, como Brasil y Alemania. Bélgica, al igual que Colombia y Francia, se entregaron al papel de actor secundario, redujeron su amplificada imagen previa, como si éste de Cuartos hubiera sido el primer partido verdaderamente importante para ellos. Y tal vez lo fue.
❝Argentina tiene a Messi a dos pasos de Maradona, y una gran base para la conquista del sueño: dio la talla, está a la altura de un Mundial❞.
Muy alto, en ese nivel, está lo hecho por Alejandro Sabella. Definitivamente asumió su rol: es técnico de Mundial. Tenía una final (la Copa Intercontinental Barcelona-Estudiantes), Libertadores, fue ayudante de Passarella (1998), pero esta vez resolvió, se curó en salud y cambió, tras ganar donde había que cambiar (Demichelis, Biglia) y apoyó donde debía apoyar (al 9, al goleador, Higuaín). Y los cambios en el partido fueron muy apropiados.
Otro mérito es de Martín Demichelis. Aquello de ‘Si algo termina mal, es que aún no ha terminado’, está hecho para él. Tras ser descartado a último momento en 2006, el fallido Mundial 2010 y el corte por un error en Eliminatorias. Y vuelve a tener su oportunidad, tras seguir en el primer nivel con el Málaga y el Manchester City, y la valoración de Simeone en el ‘Aleti’, aunque haya elegido a Miranda y Godín. Fue muy sólido en la altura para rechazar el exagerado recurso belga del centro y erró muy pocos pases, que no solamente fueron cortos y de salida: hubo 6 a Higuaín❞.■
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