Por Eugenio Gimeno Balaguer. En Matemáticas, definimos el límite entre algo y algo diferente. El límite tiene un gran potencial para crear innovaciones. Para ello, es necesario “poner nuestras diferencias a trabajar”. Pasa algo especial cuando las diferencias se unen y nuevas combinaciones de elementos producen nuevas ideas. Veamos de qué se trata.

Conocer los límites y superarlos, permitirá mejor convivencia y oportunidades | Foto: archivo Turello.com.ar

La historia lo demuestra y podemos citar numerosos ejemplos. Mientras mayores diferencias seamos capaces de vincular, nos sorprenderán los cambios que podemos lograr.

Un ejemplo: hace años daba clases a los funcionarios de la empresa Movicom (ahora Movistar), cuya aspiración era que una de cada 10 familias tuviera un teléfono celular, además de la exclusividad del servicio, que las familias pudieran conectarse por teléfono.

Ahora, pasamos de hablar a tener mensajes de texto, cámara de video, música, conferencias múltiples, Internet, todo tipo de juegos, visión y control a distancia, y tantas cosas que todos los días nos van sorprendiendo.

Podríamos colocar un ejemplo más: la “unión” de la computadora con Internet, de la cual surge la fotografía, el photoshop, la mecánica, la salud, con soluciones y operaciones a distancia y a tiempo real.

Todos los campos que aquí se unen, hasta hace poco tiempo estaban por su cuenta y sin ninguna vinculación, a veces en competencia y otras en confrontación. Pasa lo mismo con la gente.

El desafío

Buscar diferencias significativas que se puedan “unir”. El poder de los límites está en la combinación de las diferencias.

En la historia de la humanidad, ha pasado lo mismo con las civilizaciones, “el hombre lobo del hombre” lo es y será, hasta que se dé cuenta que hay cosas en cada uno que si se coordinan, se trabajan, se exploran y se aceptan, pueden brindar posibilidades insospechadas para pasar de la jungla a una convivencia equilibrada y respetuosa.

Los límites desafían lo que parece imposible: imaginen un momento transcendental en la Historia: una tribu de Tanzania comienza a caminar, salen de su territorio atravesando llanuras y montañas y de repente se encuentran con algo insospechado, están a la orilla del mar.

Esto aparece aparece como un límite natural e insuperable: el agua no era el elemento en el que se podían mover y al ser salada, ni siquiera podían utilizarla. Sin embargo, hicieron de la limitación una posibilidad e inventaron la navegación. El resto de la historia ya la conocemos.

¿Podremos nuevamente imitarnos y vencer los desafíos?

Redacción Turello.com.ar

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