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Por Héctor Cometto. En la foto del éxito jamás saldrá la penuria del cuerpo dolorido, escindido, averiado. La fama, la ropa, la compañía de bellezas espectaculares, autos importados, desplazan a puro glamour…
… el inconveniente personal, solitario, humano y real de no poder mover con soltura el corazón de la maquinaria: el físico del protagonista.
Messi…
La lesión de Lionel Messi mantiene en vilo los nuevos sueños (renovados en la exigencia suprema, tras haber conseguido todo: ¡vaya sueños!), con la presencia al asecho de los equipos alemanes (Bayern Munich y Borussia Dortmund) en la Liga de Campeones.
Entró, fue decisivo y agigantó la leyenda ante PSG: fue más imprescindible que nunca, justo él que es el conejito de la piel la que nunca se detiene. Había jugado en Bolivia, viajó y estuvo 90 minutos en Vigo, donde había llovido los últimos 20 días. Pero el dolor se sintió ante el Bayern Munich. No funcionaron los límites de la complacencia, todo un tema a administrar también por Alejandro Sabella: hay que saber trasladarle un «no» a tiempo.
… Ginobili …
Emanuel Ginóbili volvió con todo ante los Lakers tras una lesión, pero en plena recuperación apelaba a toda su conducta competitiva (óptima como la de Messi), porque esos problemas pueden acercarle el fin de carrera, en una máquina impecable pero transida por la hipercompetencia.
… y hay más ejemplos
La imagen de Maradona empujando la aguja de infiltración en su tobillo hinchado en el Mundial 1990, ante la duda del médico; las sobrevidas de Palermo; los padecimientos cercanos del “Picante” Pereyra, el descarte de competencia para Daniel Albornos en Talleres, que era ya un proyecto concreto que había costado un millón de dólares.
■ ¿Cómo estarán la rodilla y la muñeca de “Maravilla” Martínez?
■ ¿El tobillo será la escoba rota de la “Bruja”?
Mientras a ellos les duele, lo único que se espera es su vuelta al éxito.
Las lesiones son fantasmas que no aparecen en la foto, pero que acechan cuando nadie las ve.