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Por Claudio Fantini. Barack Obama mostró en Cuba su estatura de estadista. Al dejar de lado la imagen de arrogancia e injerencia que supo ganarse Estados Unidos en la región, el presidente demócrata sembró posibilidades de cambios positivos en la isla. Pero no cambios impuestos como un dictat de Washington, sino como iniciativa del propio régimen y del pueblo de la isla.
“No será Estados Unidos sino los cubanos quieren construyan el futuro de Cuba”, dijo con soltura y elegancia al plantear en la isla temas que el régimen nunca deja manifestar a sus invitados. Obama habló de derechos humanos y de libertades públicas e individuales, además de haberse reunido con dirigentes de la disidencia. Hoy tendrá una apretada agenda en la Argentina.
Ni Juan Pablo en 1998, ni Ratzinger cuando pasó por La Habana siendo Benedicto XVI, ni el papa Francisco en las dos ocasiones que estuvo en ese país, hablaron de derechos humanos y recibieron a disidentes y a familiares de presos políticos.
Obama lo hizo. Y, además, en materia de reformas políticas y económicas, dejó la pelota del lado cubano.
Obama llega a la Argentina para hacer su aporte a la primera página del despopulismo que se está escribiendo en la región.
Raúl Castro, molesto con un periodista que le planteó la situación de los presos políticos, le dijo que le diera los nombres y él los liberaba, mostrando que en su país lo que debiera decidir una Justicia independiente lo decide un presidente. En las antípodas, Obama explicó que al embargo no lo puede levantar un presidente, sino el Congreso, y que la velocidad con que se vaya desmantelando no depende de la Casa Blanca, sino del gobierno cubano.
En la medida en que el régimen cubano vaya produciendo aperturas políticas y económicas, estimulará al Congreso a acelerar el fin del embargo. Ahora, el arribo a la situación que necesita desesperadamente la economía cubana, depende de Raúl Castro.
El huracán Obama dejó de la isla para llegar a Argentina. ¿Su objetivo? Hacer su aporte a la primera página del pospopulismo que se está escribiendo en la región.
Hoy, hablará con Mauricio Macri; rendirá homenaje a San Martín; dialogará con emprendedores y cenará con unas 400 personalidades en el Centro Cultural Néstor Kirchner. Mañana, rendirá homenaje a las víctimas de la guerra sucia.