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Por Sergio Mabres. Por lo que se conoce, que por razones de seguridad es bastante poco, las tecnologías que se utilizarán en el G20, se refieren a controles por aire, tierra, agua y comunicaciones. También está el control de los controles. Los megaoperativos se desarrollarán durante la cumbre que se extenderá entre el viernes 30 de noviembre y el sábado 1° de diciembre.
Para controlar esto y minimizar los riesgos, se requiere una Zona Aérea Exclusiva, a lo que el Gobierno ya autorizó el derribo de aviones sospechosos durante el evento y cuenta con una unidad de disparo Skyguard automática para combinarse con las baterías antiaéreas con las que ya cuenta la Argentina.
Por las dudas, Estados Unidos movilizaría un portaaviones nuclear a la región del Río de la Plata, lo que aseguraría un área de exclusión de 460 km con su flota de cazabombarderos F-18 embarcados, por si las medidas del Gobierno argentino fallan o resultaran insuficientes.
Por supuesto, abundan los inhibidores de drones para evitar que estos artefactos vueles cerca de las comitivas.
El Gobierno también va aplicar el rechazo del ingreso de personas por los puntos normales de ingreso a esa zona, para lo cual usará el sistema «I 24-7», como se denomina al acuerdo con Interpol ya que funciona las 24 horas del día los 7 días de la semana.
Activistas internacionales de grupos globalifóbicos van a ser detenidos en la frontera dela zona de exclusión hasta que pase la cumbre. Para ello se cuenta con el despliegue de 22 mil hombres de las fuerzas federales en la Ciudad y provincia de Buenos Aires. Por esas áreas, no habrá ómnibus, trenes ni subtes el día de la conferencia.
Crucemos los dedos para que salga todo bien y que no se no ocurra organizar un ‘picadito’ de fútbol porque ahí se puede complicar todo. Ya lo vimos en el River-Boca.
China ha colaboradocon 4 vehículos blindados CSK 162 para contrainsurgencia. Estos vehículos son blindados de combate de seis plazas para misiones de despliegue rápido, cuentan con sistema de malacate, palas, poleas y portafusiles en su exterior, neumáticos de inflado automático y dos tanques de combustible. Además, vinieron 30 motos para patrullaje de calles de gran cilindrada, escáneres de camiones móviles antiexplosivos y 40 trajes especiales para el escuadrón de bombas.
El país asiático también donó 87 detectores de doble sensor para minas y objetos metálicos, detectores de dispositivos electrónicos ocultos, de cables enterrados, un kit antiexplosivos, que incluye un equipo de remoción a distancia, un videoscopio, detectores de minas y un detector de sustancias peligrosas.
Esas lanchas rápidas tienen un desplazamiento de 72 toneladas, 25 metros de eslora, 6 metros de puntal, calan unos 4’, cuentan con 2 motores MTU 12V 396 TE de orientación independientes lo que les da una velocidad máxima de 50 nudos (Unos 93 km/h). Las lanchas están armadas con un sistema de armas Typhoon de 25 mm, un cañon Oerlikon de 20 mm, 2 ametralladoras de uso general de 12.7mm.
Seguramente se desplegarán cerca del cetro de convenciones y del teatro Colón inhibidoras de drones.
Estados Unidos, por su parte, desde el portaaviones, puede interferir todas las comunicaciones de una ciudad como Buenos Aires. Y si se entrara en el terreno de la ciencia ficción, sólo a modo especulativo y menos probable, el mítico ataque por pulso electromagnético (EMP), el cual podría freír a todos los aparatos eléctricos y electrónicos, además de dejar sin electricidad a Buenos Aires por varias semanas.