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Por Gastón Utrera (Economista, titular de Economic Trends SA). En economía suele utilizarse la palabra estabilidad para referir períodos con estabilidad de precios. De ahí que se denominen “planes de estabilización” a los destinados a eliminar la inflación.
“Estabilidad inflacionaria” sería…
…entonces un oxímoron.
La contradicción de las dos palabras es más marcada aún si se tiene en cuenta la hipótesis que planteó hace mucho tiempo Milton Friedman, el “padre” del monetarismo: la volatilidad de la inflación es mayor cuanto mayor es su nivel. Es decir, a mayor inflación, mayor inestabilidad inflacionaria.
Axel Leijonhufvud, economista sueco de pensamiento keynesiano, en las antípodas de Friedman, planteó alguna vez algo similar: una inflación estable en un nivel alto (digamos, 25% anual) requiere la misma disciplina monetaria que una inflación estable en un nivel bajo (digamos, 5% anual), pero un Banco Central con una inflación elevada ya ha demostrado que no tiene disciplina monetaria (por eso genera una alta inflación) y, por lo tanto, difícilmente logre mantenerla estable. En el pensamiento de Leijonhufvud tampoco puede haber estabilidad inflacionaria.
Argentina está demostrando que tanto Friedman como Leijonhufvud podrían estar equivocados.
En efecto, la inflación en Argentina ha sido durante los últimos dos años sumamente estable. Y esto no parece ser casualidad, sino una constante de la historia económica argentina: niveles altos pero relativamente estables de inflación.
En estas semanas, mucho se ha hablado de inflación, y de su posible aceleración dada la fuerte emisión monetaria que se viene produciendo. La realidad es que la inflación continúa presentando una estabilidad muy marcada. Si querés ver datos al respecto, clickeá en http://www.gastonutrera.com.ar/2012/09/la-paradoja-de-la-estabilidad.html
Por supuesto, esto no es una defensa de la actual política inflacionaria, sino un análisis de lo que está ocurriendo. La elevada inflación es algo que el mismo Gobierno nacional reconoce (indirectamente) cuando decide aumentos de salarios mínimos o de Asignación Universal por Hijo (AUH) en torno al 25% anual.
Aunque el FMI haga de cuenta que no vio nada.