Por Juan Turello. El fenómeno de compras en Chile durante el fin de semana extralargo puso en...
La caída en la actividad no sólo provocó una fuerte baja en el consumo, sino que sus efectos ya...
Por Claudio Fantini. Quizá nunca se sepa con exactitud la magnitud de los daños causados por el...
Domingo Cavallo está en Córdoba, donde dice que "estudia" y se reúne con amigos, a muchos de los...
Guillermo Oliveto, uno de los consultores más prestigioso en materia de consumo en la Argentina,...
Por Claudio Fantini. Si cae el régimen, Siria podría dividirse, como ocurrió en China cuando...
Durante un acto realizado en la sede de la Fundación OSDE, en la ciudad de Córdoba, realizamos la...
Por Gastón Utrera. El Índice de Actividad Económica en Córdoba (IAEC), elaborado por la...
Suscribite al canal de Los Turello.
Por Eugenio Gimeno Balaguer. Se estima que se mantienen 600.000 reuniones diarias en nuestro país. Imaginen toda la energía y las horas invertidas de las personas que participan en ellas. Cada reunión para que sea provechosa debe tener un propósito específico, el cual es conveniente definir previamente.
En algunas ocasiones, antes de la reunión, hay consultas de los participantes para identificar el asunto a tratar, los ítems a ser discutidos y las expectativas, pero a veces los involucrados se enteran de los temas en el momento del encuentro. Los resultados a nivel personal oscilan entre la frustración y una alta motivación, dependiendo del caso.
Temario
En las reuniones productivas se proponen algunas alternativas como intercambiar información, generar ideas, evaluar alternativas, planificar futuras acciones y tomar decisiones.
Dinámica
Lo más efectivo es contar con un facilitador neutral que dirija el proceso. Sin embargo, en la mayoría de las reuniones «ordinarias»la persona que convoca a la reunión se designa a sí misma como «líder». En consecuencia, es difícil que el proceso de la reunión sea objetivo y no surjan conflictos a partir de la imposición del propio interés en un resultado pensado.
Además de la información, es conveniente “compartirse a sí mismos”, o sea, relacionarse a nivel humano. Por ejemplo, enunciando los títulos de los sucesos más importantes, o más frustrantes, de sus áreas respectivas. Entender y apreciar cómo y por qué sus «colegas de reunión» responden de la manera en que lo hacen. Compartir historias divertidas y anécdotas acerca del trabajo también es un buen método para construir puentes de entendimiento.
El facilitador debe solicitar feedback (retroalimentación) de los participantes en cuestiones de tiempo, asuntos a tratar, y cuidado del grupo. Una forma de hacer esto es simplemente preguntar: «¿Cómo vamos hasta aquí?»
Finalmente, en las conclusiones no omitir la pregunta: “¿Cómo podríamos mejorar la próxima reunión? Esperar las respuestas y aplicar las sugerencias.
¡Éxito en la próxima reunión!