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Evitar el juego por debajo y pelotazo al área buscando una cabeza o pierna amiga. Ésa era la fórmula, para ganar en una cancha mojada por la intensa lluvia que cayó todo el domingo sobre el Monumental. Boca entendió mejor el libreto y a los 22 minutos del primer tiempo Magallán lo puso en ventaja.
A los 40 minutos, Mauro Vigliano -de pésimo árbitraje- sancionó penal a favor de River y echó a Gago, por una supuesta mano que no fue. Mora pateó el penal y la pelota se fue por encima del travesaño. Pero siempre que llovió, paró. A los 33 minutos del segundo tiempo, Germán Pezella marcó la igualdad para los millonarios, luego de un mal rebote de Agustín Orión.
En fin, un superclásico vibrante y embarrado como la cancha.