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Por Eugenio Gimeno Balaguer. Si pensamos en todo lo que nos falta y en los recursos limitados que tenemos es fácil desalentarse. Entrar en discusiones, desacuerdos y por allí, utopías, enunciados que suenan imposibles. En esos momentos me gusta compartir una antigua anécdota del siglo XVII. Se le atribuye a Jean-Bautiste Colbert quien era el ministro del histórico rey de Francia Luis XIV.
Por ese entonces era probable que Francia entrara en guerra naval Inglaterra. Esta última, tenía una creciente potencia marítima y la flota francesa no estaba a la altura. Colbert, a cargo de la infraestructura, canales, rutas y la construcción naval entre otras cosas, llamó a los capitanes de los barcos para realizar un relevamiento y diagnóstico. La conclusión fue que a Francia le faltaban barcos para hacer frente a un eventual conflicto, pero lo que era más grave, no existían suficientes encinas para fabricar mástiles si se decidía dotar de nuevas unidades a la flota.
Al día siguiente, Colbert reunió a los guardabosques reales y les pidió que plantasen un bosque a lo cual ellos contestaron: “pero Señor harán falta cien años para que las encinas sean lo suficientemente grandes como para hacer mástiles con ellas”. Ah!!!! –dijo Colbert- en ese caso… ¡Habrá que empezar ahora mismo!
Y así se plantó el bosque de Las Landas que llegó a tener más de un millón de hectáreas.
Ante la decisión y la acción de una clara conducción no hay nada imposible.