Por Juan Turello. El Gobierno sigue con sus análisis parciales de la marcha de la economía, mientras que las empresas y las familias están desorientados en relación con lo que puede suceder en los próximos meses. La mejor demostración es el retiro de los bancos de 760 millones de dólares en noviembre y de más 400 millones la semana pasada, lo que muestra incertidumbre sobre las futuras decisiones oficiales y el impacto de las falsas noticias, señala mi nota en La Voz.
La desgastante interna de la oposición -que obtuvo dos millones de votos más que el peronismo en las elecciones legislativas- es incomprensible y es una bofetada para los que están esperanzados con un cambio de la actual coyuntura.
El Gobierno también está sumido en internas. La confianza se halla en mínimos históricos para dos años de gestión, según la encuesta de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT).
¿Está de acuerdo Cristina Kirchner con la propuesta al Fondo Monetario Internacional (FMI)?
Los sectores más críticos del kirchnerismo -representados en público por Amado Boudou y Hebe de Bonafini- ya advirtieron sobre “la traición” del Presidente si llegara a rubricar un acuerdo. La vicepresidenta dijo que “la lapicera” la tiene Alberto Fernández.
¿Está de acuerdo Martín Guzmán con el presidente del Banco Central, Miguel Pesce, sobre qué hacer con el dólar, que tiene una brecha superior al 100% con los dólares financieros y el blue, e influye en los precios de la economía?
¿Está de acuerdo un sector del Gobierno con aumentar las retenciones a la carne y al trigo, como proponen cerca de Roberto Feletti para controlar los precios de la carne y del pan?
El despido de Débora Giorgi parece inclinar la balanza en favor de Juan Manzur y Matías Kulfas que prefieren acordar con los empresarios antes que imponer más restricciones. La Cámpora y otros grupos oficiales son reacios a esos acercamientos.
Para los hombres de negocios del interior resultó una sorpresa la designación del economista Carlos Melconian al frente del Ieral de Fundación Mediterránea.
La llegada de Melconian a la Fundación Mediterránea desorientó a los empresarios Pyme del interior.
“La decisión se tomó en Buenos Aires”, señaló un conocedor de cómo se forjó la llegada de quien intentará aglutinar la opinión de institutos de economía y de centros de estudios para ofrecer una alternativa en 2023.
¿Melconian asumirá la representación del pensamiento histórico de la Mediterránea, que tiene casi una decena de delegaciones en todo el país?
Un dato escénico: la llegada del expresidente del Banco Nación y consultor privilegiado de Mauricio Macri previo a su arribo a la Presidencia, fue anunciada en Buenos Aires.
La Fundación Mediterránea se constituyó en Córdoba el 6 de julio de 1977, con 26 Pymes como primeras integrantes, impulsada por figuras de la talla de Piero Astori y de Fulvio Pagani (padre), entre otros.
Todos los números sobre los que presume el gobierno de Alberto Fernández merecen una segunda lectura.
Más allá de ciertas declamaciones, gran parte de la sociedad desconoce la letra chica del acuerdo con el FMI. La desorientación prima entre las Pymes y los consumidores.
Hay varios botones de muestra: la incorporación de 120 mil trabajadores registrados en relación con diciembre de 2019 revela el aumento del empleo público y de los monotributistas, más que un incremento del empleo privado.
Otro: la recaudación tributaria creció casi 60% en noviembre, la más alta desde 2017, pero influyeron los precios del comercio exterior (retenciones), el IVA aduanero, la tasa de estadística (importaciones) y el Impuesto País.
Y otro más: las ventas minoristas subieron en Córdoba 4,6% el mes pasado, pero en noviembre de 2020 la caída había sido de 13,1%, según la Federación Comercial (Fedecom).
Desde el frente externo se cierne la amenaza de una suba de la tasa en Estados Unidos, que revalorizaría al dólar en el mundo y haría caer el valor de los productos que exporta la Argentina.
Además, aún se desconoce el impacto en la futura cosecha gruesa del fenómeno “La Niña”, que altera las previsiones de lluvia.
Más allá de los apoyos declamados de ciertos sectores a un acuerdo con el FMI, beneficiados por los cepos al dólar y al comercio exterior, aún resta conocer la letra chica sobre cómo serán las políticas cambiaria, fiscal y monetaria.
Mientras tanto, para la mayor parte de la sociedad predomina la desorientación.