Por Sergio Mabres. Córdoba vivió el paso de un histórico eclipse de Sol. Fue uno de esos grandes espectáculos que la naturaleza nos regala un par de veces en la vida. Sin embargo, los eclipses han marcado la historia del hombre desde hace miles de años. Mis preferidos son los eclipses totales de Sol de 1914 y de 1919. Repasemos.
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1914
Corría el año 1914 cuando el físico alemán Albert Einstein tenía casi terminada la Teoría General de la Relatividad. Allí determinaba que los objetos masivos causan una distorsión en el espacio-tiempo.
Un objeto masivo ideal para la prueba era el Sol y como la luz de las estrellas sigue las líneas del espacio-tiempo, lo mejor o lo más simple, para verificar la teoría era fotografiar la posición de las estrellas cerca del Sol durante un eclipse total que según el alemán se iba a ver levemente modificada.
El próximo eclipse era el del 21 de agosto de 1914 y más de 27 expediciones de científicos de todo el mundo emprendieron el viaje a Rusia con todos sus equipos.
En un libro muy interesante, la expedición británica cuenta las peripecias por las que pasaron, entre otras, que se encontraron con una expedición de científicos argentinos -enviados por el presidente Roque Sáenz Peña– en busca de la entrada de la “Tierra Hueca”, una teoría esotérica muy de moda en ese tiempo en los círculos de la alta sociedad.
No sabemos la veracidad del relato de los ingleses, aunque si sabemos que podrían estar inspirados en la mala fama de los argentinos en esa época, ya que -a principios de siglo XX- la Argentina era conocida por la riqueza de su clase alta, hombres y mujeres ociosos acostumbrados a derrochar el dinero de sus familias.
En 1914, hubo una expedición cordobesa a Crimea, a cargo del norteamericano Charles Dillon Perrine, para observar el eclipse y probar la teoría de Einstein.
Por suerte, hay otra versión sobre esta historia, la narrada en el capítulo 20 del libro Intentos Argentinos para Probar la Teoría de la Relatividad, que cuenta el viaje de una delegación del entonces Observatorio Astronómico Nacional (hoy Observatorio Astronómico de Córdoba) a Crimea (bajo denominación rusa), en 1914, a cargo de su director, el astrónomo norteamericano Charles Dillon Perrine, acompañado por un ayudante.
En el libro, Perrine describe que el día del eclipse estaba muy nublado. Entre las nubes obtuvo unas pocas imágenes de escaso valor científico. Sin embargo, esas fotos, aunque inútiles para el cálculo, fueron las primeras tomadas con el propósito de probar la Teoría de la Relatividad, ya que las demás delegaciones se habían retirado a causa del inicio de la Primera Guerra Mundial, en la que Rusia era uno de los países beligerantes.
1919
La comunidad científica tuvo que esperar hasta el 29 de mayo de 1919, hecho del cual se cumplieron recientemente 100 años, para verificar la exactitud de los cálculos de Einstein.
La expedición dirigida por el astrónomo inglés Arthur Stanley Eddington declaró probada la teoría al medir una pequeña desviación, de dos segundos de arco. Las mediciones fueron hechas a través de las fotografías obtenidas por los ingleses en la Isla de Príncipe, en la costa occidental de África.
La posición de las estrellas que se examinó en la prueba histórica de la Teoría de laRelatividad de Einstein están marcadas con guiones.