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El Fondo Monetario Internacional (FMI) volvió a pronunciar las palabras malditas, que los principales candidatos a la presidencia apenas mencionan: es necesaria una devaluación y bajar el gasto público, para que la Argentina vuelva a crecer. Para este año, la economía caería 0,3% y la inflación sería del 20,5%.
El análisis del organismo internacional coincide c el on el que realizan en el país distintos economistas, pero , que no ha sido asumido por los candidatos presidenciales, temerosos de perder votos.
«Hay una sensación generalizada de estabilidad, pero la situación fiscal y de reservas del Banco Central es muy delicada», sostuvo anoche Carlos Melconian, uno de los principales referentes de Mauricio Macri.
La advertencia del Fondo está contenido en el informe «Perspectivas Económicas del Hemisferio Occidental». «Argentina necesitará una combinación similar de políticas macroeconómicas más restrictivas (menor expansión del gasto, en definitiva), un tipo de cambio más débil (implica una devaluación del peso frente al dólar) y un menor nivel de distorsiones microeconómicas para sentar las bases de un retorno a la estabilidad y al crecimiento», señaló el organismo.
Melconian, invitado por Banco Supervielle, sostuvo más de 500 asistentes en el Sheraton Hotel «se avecina otro año de estanflación; para revertirlo el próximo gobierno deberá encarar un programa integral, a partir de un equipo de mucha credibilidad y confianza. Se terminó la fantasía», enfatizó.
Entre los desafíos, señaló que las reservas reales del Banco Central son 10.768 millones de dólares y que la emisión monetaria para atender el déficit fiscal llegará este año a 250 mil millones de pesos, duplicando la de 2014.
«Yo aconsejo que siga Vanoli, asesorado por sus familiares capacitados, para que lo arregle él», ironizó Melconian.