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  • La madre de las batallas (la de la energía, por supuesto)

    Publicado: 16/09/2016 // Comentarios: 0

    Por Juan Turello. “La batalla por la energía es la madre de las batallas del crecimiento”, explica un especialista, al parafrasear la definición que la clase política usa sobre las elecciones en la provincia de Buenos Aires, señala mi nota en La Voz del Interior. Las audiencias concluyeron el domingo y ahora resta que el Gobierno oficialice el aumento promedio de 203% desde el 1° octubre. 

    El mayor distrito electoral es parte del problema energético, ya que las tarifas de luz y gas estuvieron prácticamente congeladas desde 2003. La Corte Suprema convalidó una suba en la de la electricidad, en tanto la del gas natural comenzará a resolverse desde hoy con una audiencia pública.

    Aranguren (saco marrón, al medio) explicó la propuesta del aumento del 203%, mientras Lopetegui, Guadagni y Frigerio observaban el power point | Foto: archivo Turello.com.ar

    Aranguren (saco marrón, al medio) explicó la propuesta del aumento del 203%, mientras Lopetegui, Guadagni y Frigerio observaban el power point | Foto: archivo Turello.com.ar

    La Ciudad de Buenos Aires es la otra parte del problema. “El costo mensual de la electricidad con impuestos es muy bajo, aun después de las correcciones de las que tanto se queja el kirchnerismo. Es más barato que en Brasil, Chile, México, Estados Unidos o Uruguay, ya que sólo representa el 40 por ciento del precio en esos países”, señala el economista Orlando Ferreres.

    En la Capital Federal y el conurbano bonaerense habitan uno de cada 3,5 argentinos, quienes no han sentido en su bolsillo el costo de la energía que el interior paga con creces desde hace años.

    La Argentina pasó de una balanza energética positiva de U$S 4.921 millones en 2006 a una súper deficitaria. Al intentar corregirla, el Gobierno armó “una tormenta perfecta”.

    La política de servicios públicos baratos le sirvió al kirchnerismo para consolidar el poder político y territorial. Para la Argentina, el costo fue enorme. “El país pasó de una balanza energética positiva de 4.921 millones de dólares en 2006 a un déficit por encima de los 5.500 millones en 2013 y 2014. En 2015, se redujo a 4.203 millones por la baja en el precio del petróleo”, apunta el economista Guillermo Pizarro (CPCE de Córdoba).

     

    La energía es hoy el principal insumo para el crecimiento de un país | Foto: archivo Turello.com.ar

    La energía es el principal insumo para el crecimiento de un país | Foto: archivo Turello.com.ar

    Sostener ese esquema hubiera significado la quiebra del Banco Central, al quemar sus reservas líquidas, y sumergir al país en un caso productivo similar al que vive hoy Venezuela.

    Para intentar corregirlo, la gestión de Mauricio Macri armó “la tormenta perfecta”. Aumentó el gas en boca de pozo; la demanda se disparó en uno de los inviernos más crudos de los últimos 60 años y los usuarios residenciales saltaron de categoría por el mayor consumo. No sólo consumieron más, sino que el gas era más caro.

    Las boletas de 5.000 pesos de abril y mayo escandalizaron a las familias, que cambiaron su reconocimiento de que “las tarifas debían ajustarse” por un rechazo rotundo al “tarifazo de Macri”.

    Ya se sabe, los funcionarios del Presidente no son buenos docentes ante la sociedad. La batalla por el aumento del gas parece perdida.

    Es probable que luego de la audiencia surja un sendero de precios de aquí a 2019, que será tolerable en función de que se avecinan los meses en los que se apagan los calefactores y se consume menos combustible. Para los especialistas, era el esquema que el Gobierno debió aplicar desde enero.

    El sendero de aumentos deberá atender las necesidades de las Pyme que afrontan un escenario recesivo, con caída del consumo. También deberá ser lo suficientemente atractivo para que en la Argentina se vuelva a explorar, explotar, transportar y distribuir gas natural, que conforma el 70% de la matriz energética.

    La batalla por la energía es hoy tan importante como la del agua. Es clave para el desarrollo y para la convivencia social. Sólo basta ver la reacción cuando no hay gas y se corta la luz, que, además, impide potabilizar y movilizar enormes volúmenes de agua.

    El fracaso de la política energética implicaría pagar un costo demasiado alto en un país que se ofreció como atractivo ante 1.600 inversores de todo el mundo. Los dueños del dinero –que la Argentina no tiene- reclaman transparencia y reglas de juego claras y permanentes. Si sabemos corregir los errores del pasado, el tren volverá a pasar.

    Periodista. Escribe en Turello.com.ar y participa en Los Turello (Canal C, Córdoba). Columnista económico en el diario La Voz del Interior y en el programa "Pura Verdad" (Radio Pulxo, 95.1). Realizó coberturas en el país y en el exterior. Jugó al fútbol; ahora practica golf.

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