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Por Rosa Bertino. Vivimos una época en que los muertos tienen más peso que los vivos. Esto se siente mucho en política, pero aún más en el espectáculo. No es casual que el deceso de Juan Carlos Calabró, ocurrido a los 79 años y tras casi 20 de inactividad, haya repercutido tanto en los medios.
Con su proverbial humildad, Calabró siempre dijo que no era tan gracioso, al menos en comparación con capocómicos de la talla de Tato Bores, Jorge Luz, Porcel, Olmedo o los uruguayos de Telecataplum. O con comediantes de la sutileza de Alberto Biondi, Gianni Lunadei o Juan Carlos Mesa. Sin embargo, él tampoco deja sucesores.
Ayer, las zonceras y los absurdos de “Johnny Tolengo” y “Aníbal, un pelotazo en contra” nos arrancaron la última carcajada de nuestras actuales y esforzadas existencias. O la penúltima, porque todavía quedan los homenajes, y el material de archivo del canal Volver.
► Jhonny Tolengo – «Que alegría»
► Anibal – «El tupé de esta pirula»
Alguien podrá aducir que Antonio Gasalla y Enrique Pinti son grandes humoristas. Pero no es lo mismo. Ambos son escatológicos, hace rato que no tienen ciclos propios e incluso fracasaron en un terreno que inmortalizó a los arriba nombrados. Pero eran otros tiempos: hasta fines de la década del ´90, en la tele había libretistas, había público, había sentido del humor … A los mayores de 50 todavía les resulta incomprensible, que la risa haya desaparecido de la pantalla chica.
Actualidad: Ahora están los imitadores de Showmatch, o las guarradas de Sin codificar. Entre los últimos envíos humorísticos netos descolló «Casados, con hijos». La versión local de la tira norteamericana homónima tiene tanto rating, que no pueden dejar de pasarla. Si bien allí se lucen Guillermo Francella y Florencia Peña, ninguno podría ser el heredero de un Fidel Pintos o una Niní Marshall. Otro tanto se puede decir de Emilio Disi o Miguel Ángel Rodríguez, quien incluso casó con una hija del inolvidable Juan Carlos Altavista (“Minguito”).
Hoy, recordar a Calabró es recordar a Telecómicos, a los Campanelli, Hiperhumor, Operación Ja Ja o Calabromas, donde reinó “El contra”. Con este personaje logró captar el “contrerismo”, un rasgo distintivo del ADN nacional. Su estilo era simple y llano. Jamás dijo obscenidades.
► El Contra – Enfrenta a Diego Maradona
Estuvo más de 50 años enamorado de la misma mujer. Sus alusiones al sexo eran aptas para niños, monjas y salas de espera. Sabiendo que padecía un mal incurable, sus hijas y APTRA (Asociación de Periodistas de la TV y la Radiofonía) decidieron homenajearlo en vida con un Martín Fierro especial.
Emocionado y feliz, Calabró ocupó su palco en el Teatro Colón y recibió el premio con la humildad de los grandes. La mayor recompensa debe haber sido comprobar que el escándalo y las sospechas que rodearon a su hija Iliana, casada con Fabián Rossi (socio de Leonardo Fariña), a él no le hicieron mella. El público sabe distinguir.■