Por Carlos Sánchez (ex viceministro de Economía de la Nación). Desde el comienzo de su vida independiente, la Argentina ha mostrado una sostenida incapacidad para lograr que su economía mantenga un alto ritmo de crecimiento como tendencia de largo plazo.
Explicar esta situación…
… ha motivado numerosos estudios basados en diversas hipótesis, incluyendo obviamente las que analizan las características y pertinencias de las políticas económicas aplicadas.
Pero lo cierto es que cualesquiera que hayan sido éstas, correctas o incorrectas, adoptadas por gobiernos pluralistas, democráticos, autoritarios, civiles, militares, conservadores o progresistas, pro o anti libre mercado, el resultado siempre fue un pobre crecimiento como tendencia. Esa evidencia, desde la perspectiva de las políticas económicas, deja sin respuesta la pregunta: ¿por qué no crecemos?
La Nueva Economía Institucional aporta elementos que ayudan a encontrar una respuesta. En un reciente libro, Por qué Fracasan los Países (en inglés Why nations fail), el economista Daron Acemoglu y el cientista político James Robinson sostienen que el éxito o fracaso depende de las instituciones vigentes en un país.
Las instituciones «inclusivas» (república, división de poderes, pluralidad, derecho de propiedad, etcétera.) aseguran éxito. Las «extractivas» (es decir carentes de los anteriores atributos) llevan al fracaso. El desafío es eliminar las «extractivas» y fortalecer las «inclusivas», lo cual implica un juego entre economía y política.
Las instituciones económicas «inclusivas» determinan el éxito, y su vigencia depende de que las instituciones políticas sean también «inclusivas».
Este libro ofrece una atractiva guía teórica y metodológica para que economistas y politólogos tratemos de encontrar en ella la respuesta que la sociedad argentina reclama.