¿Qué hay detrás de la pelea por la radicación de Monsanto en la localidad de Malvinas Argentinas?, es la pregunta obligada luego del duro cruce entre funcionarios del Gobierno provincial y la Universidad Nacional de Córdoba.
Los cuestionamientos podrían…
… obligar a la multinacional a revisar su decisión de desarrollar el millonario proyecto, que supondría una inversión de 1.600 millones de pesos y la creación de unos 400 empleos directos en una localidad ubicada a sólo 14 kilómetros de la ciudad de Córdoba.
Más allá de las palabras, la administración de José Manuel de la Sota (en Twitter: @jmdls2011) presiente que detrás de la institución que encabeza Carolina Scotto se encolumnan ciertos grupos del kirchnerismo, los que pretenderían evitar la radicación de la multinacional, uno de los grandes anuncios de inversión que exhibe el Gobierno provincial. El Gobierno provincial también registró la presencia activa de juecistas en las recientes marchas que pidieron rechazar la instalación de Monsanto.
Desde la UNC, voceros de Carolina Scotto negaron aquellas especulaciones y señalaron que, en principio, hubo una declaración del Consejo Superior solidarizándose con pobladores de Malvinas Argentinas, quienes temen que la instalación de la planta genere contaminantes para la salud humana. Otra parte de los habitantes está de acuerdo con el proyecto, que será desarrollado por la empresa Delta Construcciones.
En el ámbito universitario, recordaron además que las autoridades de Malvinas Argentinas están interesadas en que la UNC realice un estudio del impacto ambiental de la futura planta de Monsanto. El Consejo Superior pidió ayer que se consulte la voluntad de los pobladores.
Las radicaciones de Monsanto y de una decena de compañías, así como la posible instalación de Dow en el norte cordobés, son exhibidas por la gestión de De la Sota como una demostración de la confianza hacia «el clima de negocios» que ofrece la Provincia, en contraposición con la actitud que tiene el Gobierno nacional para con las empresas privadas.