¡Uy ¿tanto gasté?! es una de las expresiones más comunes cuando una familia se sorprende por los montos a pagar que figuran en las facturas de la luz, del agua o del gas.
La segunda entrega de Los Turello de bolsillo (LTDB) sobre los servicios públicos se enfocó en cómo controlar los consumos y en cómo analizar las facturas, con el asesoramiento de Walter Scavino, vocal del Ente Regulador de Servicios Públicos (ERSeP).
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Al analizar las facturas, los usuarios deben tener en cuenta que los prestadores cobran un cargo fijo que representa la disponibilidad del servicio hasta la puerta del hogar.
También incluyen otro cargo variable, en función del consumo y de la categoría tarifaria, más los impuestos y otros conceptos por el servicio.
En el caso de EPEC, se necesita conocer el número de contrato; en la de Aguas Cordobesas lo que se denomina unidad de facturación y para ECOGAS, el número de cuenta.
Con estos datos, que figuran en la parte superior derecha de las respectivas facturas, en la web de cada prestador se puede descargar e imprimir las facturas. Además, de conocer más detalles sobre ellas.
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Una de las facturas que suele sorprender por sus montos a pagar suele ser la de la luz.
Para saber si lo que están cobrando es lo que verdaderamente se gastó en un domicilio, Walter Scavino, vocal del ERSeP, señala que -en primer lugar- “es necesario mirar las barras (de consumo)”.
“Las empresas están obligadas a informar hasta los 12 meses anteriores, o seis períodos, con lo cual se sabrá si consumió más o menos”, en relación con un período similar, agrega el funcionario.
En segundo lugar, es conveniente que los clientes identifiquen -en la factura- la fecha en la que habitualmente el prestador realiza la lectura y en ese día observen el consumo registrado en el medidor de su domicilio, para luego compararlo con el informado en la boleta del período correspondiente.
Las barras en una factura indican el consumo por período, pero las facturas indican también el consumo diario, que puede ser cotejado con un mes similar del año anterior, o bien, tener en cuenta las condiciones de consumo de luz, de agua o de gas por día.
Más allá de los puntos en común, la facturación de cada servicio tiene sus particularidades.
EPEC: La lectura de los medidores se hace cada 60 días, pero las facturas son mensuales.
Para evitar controversias, la empresa anunció que está instalando 200 mil medidores inteligentes para que los usuarios puedan controlar el consumo en tiempo real.
Aguas Cordobesas: Hay dos tipos de régimen para la facturación. Uno, de micromedición, a partir de un medidor y por el que se abona en función de lo consumido; y otro, no medido.
“En este caso, se denomina consumo catrastral, que tiene que ver con una fórmula polinómica, que incluye varios ítems, como el zonal del inmueble, con los metros cuadrados del terreno y con lo construido, entre otros”, explica Scavino.
Un dato adicional: si el medidor o el servicio a la propiedad tienen más de 30 años, corresponde el reemplazo del medidor, cuyo costo estará a cargo del titular de la unidad de facturación o cuenta. Por lo general, se abona en seis cuotas, incluidas en la factura de Aguas Cordobesas.
ECOGAS: La distribuidora de gas natural en Córdoba incluye en primer término el cargo fijo y, luego, el costo de los metros cúbicos consumidos, además de los impuestos y tasas.
Con la reglamentación de la Ley 27.637 «Ampliación del Régimen de Zona Fría», en las próximas boletas de ECOGAS se aplicará un descuento de entre 30 al 50% en 13 departamentos del centro y sur de la provincia.