Por Juan Turello. Alberto Fernández celebró dos años en el gobierno con otra plaza multitudinaria en cuanto a la asistencia y costosa en cuanto a los recursos usados para la movilización, mientras el Fondo Monetario Internacional (FMI) y los sectores sociales ponen la lupa sobre los gastos oficiales, señala mi nota en La Voz. Pero la plaza de ayer, apuntó a reinstalar la figura de Cristina Kirchner.
Una paradoja: la oposición y otros sectores no afines al Gobierno estuvieron ausentes en el acto. Una “fiesta de la democracia” mal entendida.