Por Claudio Fantini. Lo ocurrido en Venezuela es un golpe de Estado. Quienes consideran ilegítimo el gobierno de Jeanine Áñez en Bolivia, están en lo cierto. Pero por la misma razón no pueden aceptar el nombramiento de Luis Parra en reemplazo de Juan Guaidó como presidente de la Asamblea Nacional. Fue correcta, en tiempo y forma, la reacción del Gobierno argentino a través del canciller Felipe Solá, al plantear que el procedimiento utilizado y su consecuencia resultaban «inadmisibles».