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El psicólogo y magister Carlos Spontón, director del Observatorio de Tendencias de la Universidad Siglo 21, se refirió al delicado estado de salud mental que están atravesando muchas personas.
La ansiedad, el insomnio, la depresión, el estrés y el burnout -síndrome de la «cabeza quemada»– se potenciaron a partir de la pandemia del COVID-19, según el especialista. Y tienen posibilidad de extenderse como secuelas psicológicas, más allá de la situación epidemiológica.
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Spontón también analizó cómo este contexto cambió los vínculos personales de pareja (separaciones y nacimientos de los «pandemials«) y profesionales, con el teletrabajo.
Al final, sugirió trabajar en el propósito para darle sentido a la vida y así, mejorar los niveles de bienestar: “En mi próximo año, detectar si voy hacer actividades que tengan sentido para mí”, es clave en ese sentido.
Para quienes deseen encontrar más herramientas para desarrollar su propósito, el psicólogo sugirió conocer la filosofía japonesa Ikigai.
Leer +Una nueva investigación del Observatorio de Tendencias Sociales y Empresariales de la Universidad Siglo 21 evaluó como la pandemia está afectando a los trabajadores argentinos. En comparación con el año pasado, se registró un aumento de 5% del agotamiento por el síndrome de burnout («cabeza quemada»), que implica un estrés laboral crónico.
Dormir bien se transformó en un objetivo inalcanzable para muchas personas durante el aislamiento. Quedarnos en casa, ya no es sinónimo de más horas de descanso y de sueño.
El doctor Daniel Álvarez es neurólogo, jefe de la Unidad de Patologías del Sueño del Instituto de Neurología Fundación Lennox y del Servicio de Neurología de la Clínica Reina Fabiola. En diálogo con Los Turello nos cuenta por qué el insomnio se volvió en el «mal» de muchos durante la pandemia y nos acerca consejos para poder conciliar el sueño sin medicamentos.
Leer +Por Eugenio Gimeno Balaguer. ¡Quiero vacaciones!, fue lo más mencionado en forma verbal o escrita en los últimos 30 días. Su significado está asociado a libertad, a estar libre, descanso, actividades recreativas en lugares diferentes a los que usualmente uno vive o trabaja, o si se queda en el mismo lugar, al menos hacer cosas diferentes.
Algunos piensan que son un medio excelente para dejar atrás tensiones, el estrés y superar la ansiedad. Otros añoran ese momento para disfrutar la soledad y huir de las obligaciones cotidianas. A veces, los médicos sugieren a sus pacientes formas y lugares. Hay quienes ya tienen los pasajes sacados para un esperado viaje, del cual esperan no regresar más cansados de lo que parten.
Hay modalidades diferentes, según trabajos y culturas. Por ejemplo, se ha incrementado el uso de períodos breves y reiterados en vez de días acumulados una sola vez por año.
El regreso de vacaciones de la mayor parte del plantel de empleados de una empresa vuelve a replantear un tema que ha cobrado importancia en los últimos años: «faltar» al trabajo por cultura («porque sí» o «porque me da la gana»), pero también por la aparición…