Por Claudio Fantini. Quizá nunca se sepa con exactitud la magnitud de los daños causados por el...
Mientras se debate en el Congreso cómo deberían actualizarse las jubilaciones y pensiones, el...
Por Juan Turello. El duro ajuste de Javier Milei incluye a muy pocos ganadores, aunque en las...
El Grupo Autocity concretó en los últimos meses dos hechos que ratifican su liderazgo en la...
Domingo Cavallo está en Córdoba, donde dice que "estudia" y se reúne con amigos, a muchos de los...
En los últimos días Google ha utilizado sus famosos Doodles, con una serie de juegos vinculados a...
El duro ataque del empresario Jorge Petrone, dueño de Gama (una de las mayores desarrollistas de...
El domingo pasado, desde la cuenta @Pontifex_es, se publicó el primer tuit del papa Francisco,...
Durante un acto realizado en la sede de la Fundación OSDE, en la ciudad de Córdoba, realizamos la...
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Por Claudio Fantini. No es la primeva vez que una ciudad y un país que se caracterizan por la calma y la racionalidad, son sacudidos por una masacre espeluznante. En el 2016, la pacífica Noruega y su capital Oslo se estremecieron por el ataque que dejó 77 muertos. En Nueva Zelanda, además de la masacre que dejó 40 muertos, ya hubo un hecho similar en la década de 1990, en una apacible ciudad llamada Aramoana. ¿Qué hay detrás?
Por Claudio Fantini. Tiene razón el gobierno al pedir que los pronunciamientos contra la masacre provocada por el ultra-islamismo en París, no dejen de lado el atentado que dejó decenas de muertos este fin de semana en el norte de Nigeria. Y tiene razón porque esa masacre perpetrada en la ciudad de Maiduguri, se concretó en un mercado atestado de personas y mediante la utilización de una niña de diez años, a la que se le adosó un poderoso explosivo.
Un acto tan aborrecible no podía quedar eclipsado por otro acto aborrecible. Por eso es lógico señalar críticamente ese eclipse de aborrecimientos. Leer +
Por Claudio Fantini. El fanatismo religioso ha vuelto a desafiar al Estado de Derecho. Con la masacre en París, está diciendo que en todo lo concerniente al Islam, no son las leyes de Francia las que dicen qué se puede y qué no se puede expresar. Leer +