Por Claudio Fantini. Los últimos días terminaron de confirmar que la política abandonó completamente su intento inicial de estar a la altura de las circunstancias, degradándose hasta niveles miserables. La pregunta es si arrastrará consigo a la ciencia, politizándola. ¿Conseguirá el partidismo miserable que haya epidemiólogos y sanitaristas recomendando medidas de acuerdo con alineamientos políticos o serán aceptadas por todos?