Por Juan Turello. El ocasional arquero Alberto Fernández terminó con su cuerpo en la arena de la playa de Mar de Ajó sin poder atajar los penales que le patearon en un juego improvisado, señala la nota publicada en La Voz. La cómica escena encierra varias alusiones a un Gobierno que da la sensación de improvisar en sus actos y en sus decisiones para tratar de recuperar el respaldo de la sociedad y, a la vez, contener a sectores antagónicos en el Frente de Todos.