Por Claudio Fantini. ¿Por qué un ataque terrorista durante un espectáculo musical en una sala...
Por Juan Turello. El Gobierno nacional no deja de propagar los buenos datos de la...
Por tercer año consecutivo, Banco Macro fue reconocido por Great Place to Work® como una de las...
Domingo Cavallo está en Córdoba, donde dice que "estudia" y se reúne con amigos, a muchos de los...
Guillermo Oliveto, uno de los consultores más prestigioso en materia de consumo en la Argentina,...
Durante un acto realizado en la sede de la Fundación OSDE, en la ciudad de Córdoba, realizamos la...
Mariel Fornoni -directora de la consultora Management & Fit- expuso en el Ciclo de...
En los últimos días Google ha utilizado sus famosos Doodles, con una serie de juegos vinculados a...
Suscribite al canal de Los Turello.
Por Eugenio Gimeno Balaguer. Los jóvenes no están desmotivados. Sólo necesitan que se los ayude de forma adecuada. La juventud está muy motivada con los videojuegos, los amigos, las nuevas tecnologías, los éxitos deportivos, la popularidad, el dinero, la moda, pero no tanto con los temas que los mayores quisieran.
¿Cómo generar en los chicos nuevos deseos orientados a fortalecer los valores que se predican? Una alternativa es asociar los nuevos deseos a los existentes. En este aspecto, tendríamos mucho que aprender de los profesionales del marketing y de la publicidad, quienes se dedican precisamente a eso; a estimular el deseo, sorteando la indiferencia y asociando determinados elementos con otros más relevantes.
Clic aquí para ir a la nota completa.
Durante años, el estudio fue considerado como un medio que permitía aspirar a un trabajo más conveniente para satisfacer necesidades personales y profesionales. El deseo de una mejor vida mejor se asociaba a estudiar. Había allí, una motivación que si bien no era atractiva al inicio, se volvía más prometedora con el correr del tiempo. Hoy, el estudio se ofrece de una manera poco motivadora.
Vale aclarar que existen también otras forma de motivación; por caso, el miedo que esconde otra clase de impulsores (más profundos), los cuales no se abordarán en esta columna.
Los niños viven en una sociedad de recompensas inmediatas. En consecuencia, sus motivaciones difícilmente se mantienen en el tiempo. Es por ello que cobra importancia la voluntad como sostén y refuerzo de la motivación. Cuando la voluntad entra en juego, aparece una nueva forma de motivación: el cumplimiento del deber y la satisfacción por el deber cumplido.
La voluntad permite ordenar la conducta en función de objetivos diferentes a la propia satisfacción o el mínimo esfuerzo. Para que la voluntad de un niño se manifieste se le debe brindar la oportunidad de tener: experiencias de éxito y percepción de autocompetencia.
Los padres tienen un papel muy importante ya que son las primeras figuras que pueden aportarles seguridad a los niños, como así también ayudarlos a experimentar el éxito. Todas las personar poseen habilidades en las que se destacan y es una labor esencial de los padres potenciarlas, de manera tal que sus logros generen motivación y sus voluntades se orienten hacia actividades positivas.
«Un forma eficaz de motivar el estudio es (…) relacionar los aprendizajes del aula con la experiencias«
Una forma eficaz de motivar el estudio es: fomentar un «aprendizaje significativo»; es decir, relacionar los aprendizajes del aula con las experiencias. Es un recurso sencillo, con grandes resultados, que por desgracia no se explota como debiera. Por tal motivo, resulta necesario implementar reformas educativas que le permitan a la escuela atender con mayor eficacia las diversidades y demandas de cada niño, al mismo tiempo que facilite un mayor compromiso de los padres con la educación de sus hijos. Será una contribución a la motivación esencial para su formación.