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Por Claudio Fantini. El nuevo choque de Mario Vargas Llosa con la Iglesia peruana confirma, una vez más, que ser liberal no equivale a ser conservador. Una aclaración, necesaria en la Argentina, por predominar una idea errónea y estigmatizante sobre el pensamiento liberal.
Vargas Llosa en un nuevo cruce con la Iglesia peruana | Crédito: Clases de Periodismo en base a EFE.
En esta oportunidad, el autor de La Ciudad y los Perros salió al cruce del documento de la Conferencia Episcopal contra el proyecto de Ley de Matrimonio Igualitario que está debatiendo el Parlamento, en el que considera a la relación homosexual como “contraria al orden natural”
Para Vargas Llosa, se trata de un pronunciamiento “cavernario de una crasa ignorancia”, porque, en su opinión, las opciones sexuales son diferentes, pero no normales o anormales.
❝Vargas Llosa salió al cruce del documento de la Iglesia peruana contra el proyecto de Ley de Matrimonio Igualitario, que refuerza la tolerancia y la diversidad❞.
No es la primera vez que la Iglesia peruana y el Premio Nobel de Literatura mantienen una dura confrontación. Vargas Llosa y el cardenal Cipriani protagonizaron un duelo de descalificaciones a propósito del firme apoyo del escritor a la campaña para despenalizar el aborto en casos de violación.
La Iglesia peruana y las más poderosas organizaciones para-eclesiásticas defenestran a Vargas Llosa desde mucho antes de su candidatura presidencial en 1990, en la que tuvo al clero alineado en su contra.
También lo defenestraron por impulsar en Perú y toda Latinoamérica el debate sobre la despenalización de la marihuana.
El escritor acusa al arzobispo de Lima y a la cúpula eclesiástica del Perú de embestir más duramente contra todas las reformas jurídicas que refuerzan la tolerancia y la diversidad, que al autoritarismo de las pasadas dictaduras militares y del régimen de Fujimori, al que muy tibiamente se le reprocharon sus crímenes y barbaridades como la esterilización forzosa de miles de mujeres indígenas.
En estos y otros temas, Vargas Llosa no sólo se enfrenta con el sector más oscurantista de la Iglesia, sino también con los sectores más conservadores de la sociedad peruana. Lo que lo corrobora como un liberal auténtico, posición situada en las antípodas del conservadurismo.
Izquierdas y derechas pueden ser conservadoras. De hecho, los regímenes marxistas leninistas del siglo 20 han sido tan homofóbicos como los regímenes de Hitler, Mussolini y Francisco Franco.
También puede ser conservador el neoliberalismo, corriente a la que Vargas Llosa se acerca por su valoración de Friederich Von Hayek y su idea de preeminencia absoluta del mercado sobre el Estado. Pero el liberalismo político, la filosofía liberal que nace en el pensamiento de John Locke, no puede ser conservador sin correr el riesgo de contradecir su propia esencia.■