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La gestión de la presidenta Cristina Kirchner cerró 2013 con un déficit fiscal, que se profundizó entre septiembre y diciembre último, por lo que ahora va por más impuestos.
La carga fiscal aumentaría en los próximos meses para la mayor parte de la población, ya que el Impuesto a los Bienes Personales (mal llamado «impuesto a la riqueza») incluirá ahora el valor de las propiedades a precio de mercado, que fijará la AFIP, según anunció anoche su titular, Ricardo Echegaray.
Este impuesto se paga cuando un contribuyente tiene activos por más de $ 305 mil, incluyendo como tales a los inmuebles, a los automóviles y a los depósitos en cuenta corriente y en fideicomisos financieros al 31 de diciembre próximo, entre otros valores. A partir de ese monto, se paga una alícuota de 0,5, 0,75 ó del 1%, según el monto de los bienes, sobre el valor total.
La medida –que implica una mayor carga fiscal- se tratará en sesiones extraordinarias del Congreso a partir de febrero, en el llamado “Plan Antievasión III”, afirmó Echegaray.
El Gobierno decidió la antipática medida de cobrar más impuestos debido a que si bien la recaudación tributaria fue récord en 2013 ($ 859 mil millones), apenas subió 26,5%, mientras los gastos del Estado aumentaron 35%. El déficit financiero llegaría ese año a los 80 mil millones, según cálculos privados.
Por otra parte, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, había desmentido por la mañana cambios en el Impuesto a las Ganancias, también con el objetivo de recaudar más.
Objeciones
► La base imponible de $ 305 mil no se actualiza desde 2007, por lo que cada vez más personas deben tributar el Impuesto a los Bienes Personales por tener sólo una vivienda, un automóvil y un saldo de cuenta corriente.
► Existe una triple imposición, porque esos bienes ya están gravados tanto a nivel municipal como provincial.