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En el marco de una inflación mensual superior a 3%, los bolsillos argentinos experimentan una clara pérdida de poder adquisitivo ante una constante actualización de precios. De hecho, según el INDEC, los alimentos y las bebidas no alcohólicas registraron una suba promedio de 3,4% en Octubre, convirtiéndose en uno de los principales gastos de las familias.
¿Otro botón de muestra? durante las últimas semanas algunos cortes de carne aumentaron más de 100 pesos y/o superaron los mil pesos por kilo.
En esta coyuntura, Los Turello de bolsillo (#LTDB) brindó un conjunto de tips para hacer compras inteligentes en el súper. El micro contó con la opinión de Juan Carlos Martín, gerente de la cadena Mariano Max y miembro de la Cámara de Supermercados y Autoservicios de Córdoba (CASAC).
¿Cuáles son las principales sugerencias?
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Los consejos que ofrecen quienes conocen la actitud de los consumidores se resumen en las “4P”: planificación, precios, promociones y pagos.
Planificación
Antes de ir al supermercado, por supuesto, conviene armar la lista y consultar los “precios cuidados” acordados entre el Estado y los diversos actores de las cadenas productivas y comerciales.
Planificar los gastos del supermercado puede implicar también realizar compras anticipadas. En especial, de productos y alimentos no perecederos.
Sobre este tema, Juan Carlos Martín reconoce que, en épocas de alta inflación, “siempre es bueno” anticipar las compras.
Juan Carlos Martín: “Es bueno comprar cuando tenemos el dinero y no esperar 15 ó 20 días, cuando puede haber algún incremento”.
Los conocedores del negocio de la carne, también recomiendan las compras anticipadas y “freezar la carne” que, por ejemplo, vamos a consumir en las próximas Fiestas.
“Si se puede freezar algún alimento, es saludable para el bolsillo”, acota -con una sonrisa- el gerente de la cadena Mariano Max.
Además de ahorrar dinero, se puede “ahorrar” tiempo si se concurre los días de menor circulación. “Los martes, miércoles y jueves la actividad es menor” dice Martín.
Precios
Una vez en el supermercado, hay miles de opciones, por lo cual no es aconsejable ir con hambre, ya que se puede incurrir en compras impulsivas, costosas y poco saludables.
En un superficie comercial grande puede haber disponible más 15 mil códigos de barra (ítems) activos.
Ya en la góndola, hay una forma de saber qué producto es el más barato.
“En todos los productos o alimentos, en la etiqueta está indicado el precio por unidad, por kilo o por litro, y está bueno comparar. El paquete puede venir por 800 gramos o por un kilo, o en un envase de un litro o de 1,250 litros, y nos pueden confundir”, agrega Martín.
Hay que tener en cuenta que en algunos locales los productos más económicos están exhibidos en los niveles inferiores de las góndolas y no a la altura de la vista, donde, por lo general, se encuentran los más caros.
Aunque no es determinante en el gasto final, para agilizar las cuentas, hay que redondear para arriba los precios -llamados “psicológicos”- que terminan en “90” ó “99”.
Promociones
Otro aspecto crucial para el bolsillo es identificar las promociones más convenientes y, de esta manera, aprovechar los mejores descuentos. Por ejemplo, 2×1 resulta más beneficioso que 50% en la segunda unidad, como lo demuestra la siguiente imagen.
En LTDB ya se abordó y explicó este tema. Para más detalles, consultar el siguiente link.
» Vea también : 20/3/2021 | Cómo leer las promociones.
Pagos
“El ticket promedio (en un supermercado relativamente grande) ronda entre los 3.000 y 3.500 pesos”, afirma Martín. De este monto, “la carga por impuestos oscila entre el 40, el 45 o el 50 por ciento, dependiendo del rubro y del producto”, agrega.
Si se aprueba el proyecto de ley que establece una tasa de hasta 3% por envase, el peso relativo de los impuestos va a ser aún mayor.
Según el gerente de la cadena Mariano Max, en la actualidad, el 60% de los clientes pagan sus compras con tarjeta de crédito o de débito, o través de otros medios electrónicos, mientras que el 40% lo hace en efectivo. Hace unos años, la relación era al revés.
Si el bolsillo lo permite, es mejor abonar las compras del súper en un solo pago o en “cuotas fijas” para evitar los intereses. Si embargo, si la situación amerita el uso de la tarjeta de crédito o de una billetera virtual, es bueno tener presente ciertas consideraciones. Algunas de ellas, mencionadas en las siguientes notas.
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