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Por Claudio Fantini. Cristina Kirchner y Alberto Fernández no fueron los únicos derrotados en las PASO 2021. A las candidatas de Juan Schiaretti
–Alejandra Vigo y Natalia De la Sota- las afectó la sombra gris del Presidente, mientras que a Gustavo Santos y Mario Negri los perjudicó el abrazo de Mauricio Macri. Repasemos.
Si bien el gobernador cordobés siempre mantuvo distancia con el kirchnerismo, en los últimos años sus legisladores votaron demasiadas veces con el oficialismo y hubo demasiada cercanía con Alberto Fernández.
Y eso parece explicar una parte importante de la derrota que Vigo y De la Sota tuvieron ayer, si se compara los votos que obtuvieron con los que se repartieron los candidatos de Juntos por el Cambio (JxC), casi el doble.
Al fin de cuentas, fueron Negri y Santos quienes empapelaron la ciudad con grandes afiches. Los postulantes de Macri fueron barridos en las urnas por Luis Juez y Rodrigo De Loredo.
En Santa Fe, también perdió el candidato al que apoyó Macri y en Entre Ríos, donde JxC demolió a un peronismo que gobierna desde hace décadas, el dueño del triunfo es Rogelio Frigerio, un ex ministro al que Macri culpó por su derrota en 2019 y convirtió en disidente dentro del PRO.
En la Ciudad de Buenos Aires y en Provincia de Buenos Aires, el gran vencedor fue Horacio Rodríguez Larreta. Sin embargo, no habló en el escenario de la victoria.
Los oradores centrales fueron Diego Santilli y María Eugenia Vidal. ¿La razón? Posiblemente, un acuerdo para evitar que el ex presidente hable en el acto de proclamación de la victoria.
En el oscurecido escenario oficialista, Cristina Kirchner le puso al presidente el uniforme de mariscal de la derrota y lo mandó a hacerse cargo. Todos subieron al escenario, pero el único que habló fue el Presidente.
Alberto Fernández, al que se debe preservar de todo lo que lo debilite, es el que se hizo cargo de poner la cara para asumir el fracaso.
Y su forma de saludar a los que estaban con él sobre el escenario, pareció evidenciar con claridad que, hasta minutos antes, Cristina estuvo maltratándolo y culpándolo por el pésimo resultado.
El primer mandatario saludó a su vice con un fugaz toque de puños, mientras que abrazó con fuerza a Sergio Massa y a los demás.
La fiesta clandestina en Olivos; el elogio a la profesora que adoctrinaba a los gritos y demás estropicios cometidos por Alberto Fernández explican buena parte de la derrota
Otra, se explica en la imagen negativa de Cristina y la inutilidad de su protegido, Axel Kicillof.
Es el peor resultado del peronismo en las últimas décadas en la provincia de Buenos Aires, a pesar de todo el dinero y las ventajas que recibió del Gobierno nacional.
A Kicillof lo venció Rodríguez Larreta, el jefe de Gobierno de CABA al que le sacaron un río de dinero para que inundara las arcas del ex ministro de Economía.
Y semejante derrota, más que de Alberto Fernández, es de Cristina Kirchner. Igual que la debacle en Santa Cruz, el feudo propio arrasado por el voto opositor.