Por Juan Turello. Por momentos, Argentina suele estar aislada del resto del mundo en...
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Por Juan Turello. Córdoba está lejos de las preferencias del presidente, más allá de aquel intento de los empresarios de la Fundación Mediterránea -el 26 de septiembre de 2019- de exponerle el potencial de la provincia y de la necesidad de una política a favor de la actividad privada. Alberto Fernández no visitó la provincia en 500 días de gestión. El viernes, estuvo en Santa Fe (otra vez), donde anunció obras y medidas que implican desembolsos por más de 76 mil millones de pesos, señala mi nota en La Voz.
Según diversas consultoras, la imagen positiva y la aprobación de la gestión de gobierno rondan el 30 por ciento en Córdoba, la mitad del pico alcanzado al inicio de la pandemia en marzo de 2020. Por contrapartida, él y Cristina Kirchner tienen aquí la imagen negativa más alta de todo el país.
El gobernador Juan Schiaretti plantea sus diferencias bajo el paraguas del “Modelo de Gestión Córdoba”.
Schiaretti pidió la prórroga de la actual ley de biocombustibles, que vence el 12 de mayo próximo.
Los ministros de Agricultura y Ganadería, Sergio Busso, y de Servicios Públicos, Fabián López, no dudaron en poner el dedo en la llaga al acusar al “lobby petrolero” de buscar una nueva norma, que contradice la aprobada por unanimidad en el Senado.
El proyecto alentado por Máximo Kirchner reduce el corte con biodiésel (con base en soja, girasol y grasas industriales) de 10% a 5%, pero mantiene en 12% el corte con bioetanol, con base en maíz y caña de azúcar, en partes similares.
Es cierto que los legisladores kirchneristas Eduardo Fernández, Gabriela Estévez y Pablo Carro lograron mantener el corte en el 12%, sin perjudicar el bioetanol de maíz. Córdoba posee las principales plantas y la mayor producción del país.
Sin embargo, no lograron suprimir los poderes discrecionales que tendrá la Secretaría de Energía en cuanto al precio y a la posibilidad de reducir el bioetanol de maíz en tres puntos (de 6% a 3%).
El proveniente de la caña de azúcar -que se elabora en Tucumán, una provincia identificada políticamente con Alberto Fernández- no estará sujeto a recortes.
Para diferenciarse, Córdoba lanzó el programa BioCBA, que promueve el autoconsumo de biodiésel. Según la Provincia, hay 25 proyectos en danza de empresas, cooperativas e intendencias, las que podrían obtener subsidios por 500 millones de pesos. Los productores deberán consumir el 100% del combustible que generen.
La apuesta por mejorar la producción está atada a sostener la recaudación de los impuestos provinciales, que aportan dos de cada tres pesos de los ingresos propios.
Además, Schiaretti decidió destinar casi 1.500 millones de pesos para subsidiar el empleo y la reducción de impuestos a las pymes industriales que inviertan y que incorporen personal.
Por último, habló con el embajador de China y con el representante argentino ante Estados Unidos con el propósito de que esos gestos faciliten las compras de vacunas que producen ambos países.
Los planes dirigidos al sector privado intentan mantener en pie la actividad, que cayó 10% en 2020. Córdoba minimizó las restricciones nacionales pese al aumento de casos y de muertes por Covid-19.
¿Alcanzan para sostener un modelo de gestión propio? La apuesta por mejorar la producción está atada a sostener la recaudación de los impuestos provinciales, que aportan dos de cada tres pesos de los ingresos propios.
Los ingresos provenientes de la Nación caerán en los próximos meses por los menores aportes de Ganancias (aumentó el mínimo no imponible a asalariados y jubilados) y del IVA, por las restricciones vigentes con fuerte impacto en Ciudad y provincia de Buenos Aires. Las limitaciones se mantendrían en mayo.
Schiaretti quiere enviar señales diferentes a las posiciones asumidas por Alberto Fernández: menos restricciones, biocombustibles, promoción del empleo privado sobre el público, la relación con Estados Unidos.
¿Hay una especulación electoral en esos gestos? Toda decisión de un gobernante tiene un costado político, pero es verificable que el modelo que alienta Schiaretti está más cerca de las preferencias del electorado cordobés (lo marcan las encuestas) y de los intereses de los sectores que apuntalan la actividad (el campo y la industria).
Como sucedió en otros períodos, Córdoba toma distancia del modelo nacional que hoy se propone.