Por Juan Turello. Por momentos, Argentina suele estar aislada del resto del mundo en...
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Por Juan Turello. Argentina no la tiene fácil en el frente externo. Las demandas de los holdouts de los canjes de 2005 y 2010 ya superan los 6.500 millones de dólares, y todas las semanas aparecen nuevos acreedores. El dólar se aprecia y el real se devalúa, señala mi nota dominical en La Voz del Interior.
El dólar estadounidense inició un proceso de apreciación frente al euro, la libra y el yen, con una revaluación en los últimos 12 meses de 6, 4 y 15%, respectivamente, según estadísticas de Reuters.
¿Qué significa? Será más difícil venderle al mundo. Un dólar fuerte acentuará el derrumbe del precio de las commodities (granos por caso) y podrían afectarse las ventas a Brasil, desde donde proviene uno de cada cinco dólares por exportaciones. Los contratos de futuro de la soja para mayo cerraron a 252 dólares (2.145 pesos), con costos en aumento. El deterioro de la balanza comercial y las escasas inversiones extranjeras (a Vaca Muerta llegarían con cuentagotas) aportarán menos dólares en 2015.
Pese a estos problemas, el equipo de Cristina Kirchner, Axel Kicillof y Alejandro Vanoli se las arregló para contener al dólar blue, que finalizó a 13,38 pesos. El Gobierno pretende que siga la pendiente para lo cual pone toda la carne en el asador: controles y sanciones; swap con China y adelanto de liquidaciones de las cerealeras.
❝Más allá de la legalidad de las multas por inspecciones realizadas hace tres o cinco años, esa política mete miedo. Pocos se animan a operar el ‘contado con liqui’ o ‘dólar bolsa’, que son operaciones legales❞, admitió el responsable financiero de un banco de primera línea.
Pero la pax cambiaria es insostenible por la inflación acumulada desde enero, la devaluación de las monedas de los países vecinos y la apreciación del dólar. ❝La devaluación es inevitable, que se producirá más tarde o más temprano, pero debería ir acompañada de una política que combine los aspectos cambiarios, monetarios y fiscales❞, advirtieron José Simonella, titular del CPCE de Córdoba y la economista Mary Acosta.
Lo contrario sería alimentar la rueda ruinosa: devaluación, suba de precios, suba de salarios, y así otra vez.
❝La inflación es la fiebre, pero la infección es el déficit❞, completó Simonella.
El gasto público luce descontrolado: este año se gastará 1.700 millones de pesos en Fútbol para Todos (en 2015 se suman 10 equipos o cinco partidos más por fecha); la incorporación de empleados y la estatización de empresas no cesa (la última fue el tren Retiro-Córdoba-Tucumán) y el despilfarro llega al máximo: se usan tres aviones presidenciales para trasladar cuatro ministros a Río Gallegos y se gastan 600 mil dólares en un avión privado para trasladar una reducida comitiva a la cumbre del G20.
La política de inclusión social está bien, pero hay cosas que estamos haciendo mal.