Por Juan Turello. Por momentos, Argentina suele estar aislada del resto del mundo en...
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Ramón Frediani se sumó al grupo de economistas que elogia la salida del default, pero alertó que se hizo “a tasas elevadas”, ya que se podría haber obtenido menores intereses. Al disertar en ACDE, que luego escuchó al arzobispo de Córdoba, Carlos Ñáñez, advirtió que las inversiones “no vendrán con altas tasas de interés, inflación y presión impositiva”.
Frediani, ex consultor del BID y del Banco Mundial, inició su exposición recordando que en la Argentina funcionan unas 650 mil empresas formales, con una población de 43,5 millones de habitantes. La provincia de Córdoba está cuarta en ese listado, que supone una empresa cada 66 habitantes.
Al analizar la actual coyuntura, Frediani formuló estas definiciones:
Ajuste: “Estamos en una transición, con un ajuste doloroso pero inevitable. Va a cubrir este año y también el primer trimestre de 2017. Los temas pendientes son la necesidad de una nueva política social, un plan de obras públicas y una reforma fiscal integral”.
Puntos a favor: el sinceramiento cambiario, la normalización del endeudamiento externo, tránsito de un sistema de subsidios a un sistema de precios. «Hasta diciembre no existía un sistema de precios, ya que éstos no reflejaban el costo de producción. Reflejaban los subsidios y los impuestos que tenía cada bien». El sinceramiento de tarifas de bienes y servicios públicos. Reconstrucción de las relaciones internacionales.
Limitantes: altos impuestos, altas tasas de interés, la inversión financiera es la más rentable, elevada inflación, conflictividad laboral creciente, expectativas empresarias inciertas, insuficiente infraestructura vial, macroeconomía no competitiva y contexto internacional preocupante (China y Brasil).
Entre los aspectos positivos de la transición, entre otros, destacó la reducción del riesgo país: 403 puntos básicos (pbs) sobre el bono norteamericano a 10 años; la salida de una “economía fronteriza” a una “economía emergente” y la reversión paulatina del colapso del BCRA.
Entre los aspectos negativos señaló: aceleración de la inflación (35 al 38% anual), caída del salario real (-20%) y del empleo. Caída del consumo interno (-15%), aumento de la pobreza, posible déficit anual de la balanza comercial, tasa de interés muy elevadas, estanflación (caída de 1 a 1,5%; recuperación en 2017, con un crecimiento de 2 y 3%); fuerte perjuicio al Banco Central por el dólar futuro; demora en inversiones productivas; auge de la inversión financiera; paralización de la obra pública y aumento de la conflictividad laboral.
Infierno fiscal: “Nos quejamos de los paraísos fiscales en el Caribe, pero vivimos un infierno fiscal en la Argentina”, afirmó y mencionó, entre otros componentes de ese escenario a: los impuestos distorsivos, impuestos a la inversión productiva, un paraíso fiscal criollo (la rentabilidad de la inversión financiera). Falta una reforma fiscal, ya que se pagan impuestos por inflación y no por ganancias. El Estado se lleva 40% de la economía, ¿quién va a venir a efectuar inversiones productivas? Con la presión fiscal elevada, no vendrán inversiones a la Argentina”.
Dólar atrasado. “El 90% de los precios de los productos argentinos es más caro que en el resto del mundo. Argentina no tiene un nivel de competitividad para exportar en forma holgada».
Inflación. «El principal enemigo del Gobierno no es el kirchnerismo, sino la inflación».
Culturas. «Hay tres culturas que han desaparecido en la Argentina: las culturas del ahorro, trabajo y del esfuerzo. La cultura de la renta destruye la cultura empresaria y del esfuerzo».
Mirá el video con las definiciones de Frediani sobre la posibilidad de un mejor acuerdo con los fondos buitre: