Por Juan Turello. Por momentos, Argentina suele estar aislada del resto del mundo en...
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Por Juan Turello. La Argentina mostró dos fotos que son una exhibición de los modelos que están en pugna, señala mi nota en La Voz. En un momento, Mauricio Macri hablaba inaugurado el debate regional del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), mientras que las agrupaciones de izquierda realizaban piquetes para reclamar “un cambio en la política económica”. El libre mercado o el Estado concentrador.
Basta asomarse a lo que ocurre en Venezuela para entrever el derrotero al que se encaminaba la Argentina: faltan alimentos y medicamentos en un país rico en petróleo. El Ejército y los chavistas privilegiados sostienen a Nicolás Maduro, un gigante con pies de barro.
El paro fue contundente en el transporte y el sector público, con menor adhesión en la industria y parcial en comercios y servicios.
Hay razones objetivas para protestar. La pobreza aún afecta a casi uno de cada tres argentinos (en Córdoba a cuatro de cada 10); uno de cada tres trabajadores está en la informalidad y escasea el empleo en blanco. En 2016, se perdieron 45 mil posiciones y en el primer bimestre de este año la creación de nuevos puestos habría sido nula, según datos preliminares del Sistema Integrado Previsional Argentina (Sipa).
Pero hay contradicciones (fotos) patéticas:
1) Gerardo Martínez, líder del gremio de la construcción (Uocra), acompañó a Mauricio Macri a visitar a los reyes de Holanda y luego asistió en la Casa de Gobierno al acto para promover la construcción de 100 mil unidades. Elogió el plan, pero el gremio adhirió al paro. El sector será uno de los más beneficiados por la inversión en obra pública.
2) Ricardo Pignanelli, de los mecánicos (Smata), asistió al anuncio de una inversión de Mercedes Benz por 150 millones de dólares, que será parte de la que efectuará en Córdoba junto a Renault y Nissan. Lo hizo horas antes de que se plegara a la huelga.
La CGT fue empujada al paro por las organizaciones sociales, que le ganaron la calle (algo intolerable para el gremialismo), y por la izquierda, que crece entre los delegados de bases.
Si los ejes de la huelga de la CGT fueron difusos, que no incluyó propuestas en su tardío documento (se difundió el miércoles a la noche), los reclamos de la izquierda son inviables. Sobran el ejemplo de Venezuela y el camino que desandan China y Cuba de esas consignas. El eje es hoy alentar la iniciativa privada. Hasta el régimen de Castro promueve emprendedores.
La marcha del “1A” envalentó a Macri, que volvió a cometer errores en su discurso, cuando atacó “las marchas del choripán” y denuncios “mafias”, sin datos concretos.
El Gobierno tiene para celebrar un blanqueo récord (116.800 millones de dólares, que empujó 38% la recaudación); el aumento del 16% de los despachos de cemento y de 36% en las ventas de autos; Standard & Poor’s mejoró la nota de la deuda y la actividad económica habría crecido 1% el primer trimestre.
La reactivación es lenta. Las expectativas económicas que mide el Banco Central prevén un crecimiento anual de 2,8%, con una inflación de 21,2%.
Ricardo Buryaile, ministro de Agroindustria, pidió rezar para que las lluvias no afecten a los “brotes verdes”. La cosecha sería superior a 120 millones de toneladas, si el agua no la daña y la “falta de piso” impide recolectarla.
Suena disparatado un paro de actividades cuando aparecen los primeros signos de reactivación y los gremios acompañan al Presidente en los anuncios de inversiones.
El impacto en las urnas es incierto, pero el resultado del 22 de octubre es clave para numerosas decisiones de negocios e inversiones. El vocero de una automotriz líder admite que los desembolsos anunciados serán -por ahora- en cuentagotas.
Si las proyecciones del relevamiento de expectativas de mercado (REM) son acertadas, el crecimiento rondaría el 4% para las primarias del 13 de agosto. Este ritmo de expansión es mayor al registrado cuando el oficialismo perdió los comicios (2,2%, promedio en 2009 y 2013), pero también resulta inferior cuando el gobierno de turno ganó las elecciones (5,6% promedio en 2005, 2007, 2011).
Si el modelo de Macri se consolida, los gremios del sector público serían los grandes perdedores frente a mecánicos, obreros de la construcción y del autopartismo, aviadores, mineros y empleados de comercio. Ésa es la verdad que no muestran las fotos.
Además,
Escuche la opinión de José Pihen, secretario general de la CGT Córdoba, sobre el alcance e impacto del paro, por Radio Continental Córdoba.