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Por Claudio Fantini. El Fondo Monetario Internacional (FMI) tendrá que pensar dos veces antes de colocar a su frente a un francés. El socialista Dominique Strauss-Kahn tuvo que renunciar en medio de un escándalo por abusos y violencias sexuales. Y ahora fue imputada la conservadora Christine Lagarde.
La actual directora general del FMI está imputada en un caso de corrupción y negligencia gubernamental en Francia en el llamado «caso Tapie».
Se trata de la ayuda que la administración encabezada por Nicolás Sarkozy le dio a un empresario amigo del entonces presidente, para que cobrara una indemnización o compensación absurda.
Todo comenzó en 1993, cuando Francois Mitterrand le pidió a Bernard Tapie que vendiera Adidas Francia para ocupar un ministerio sin que haya incompatibilidades. Tapie vendió su empresa al banco semi-estatal Crédit Lyonnais, entidad que luego transfirió Adidas por una cifra superior a la que había pagado.
Tapie montó en cólera y denunció haber sido estafado, iniciando un proceso por el que obtuvo de la Justicia francesa un fallo que le otorgaba unos 100 millones de euros en compensación.
La Suprema Corte anuló el fallo, al que consideró un despropósito judicial. Pero cuando Sarkozy llegó a la presidencia, Bernard Tapie, ahora con un amigo en el palacio Eliseo, volvió a la carga. Mediante la turbia conformación de una comisión independiente, el empresario obtuvo en 2008 una compensación equivalente a casi al triple de lo que le había otorgado el fallo que había sido anulado. Resultado: estalló un escándalo que derivó en un nuevo proceso judicial.
Es interesante observar el caso Lagarde, imputada en Francia, a quien piden alejarse de su cargo. Amado Boudou, por caso, tiene múltiples procesamientos en la Argentina.
Lagarde, por entonces ministra de Finanzas del gobierno de Sarkozy, acaba de quedar imputada por “negligencia” pero negó que vaya a renunciar a la titularidad del FMI, embarcándose de inmediato hacia Estados Unidos para retomar sus tareas en el organismo multilateral de crédito.
Igual que muchos argentinos consideran que Amado Boudou debe renunciar por sus problemas judiciales, muchos en Francia y otros en países desarrollados piensan que Christine Lagarde debe dejar su cargo en el FMI por estar imputada en su país. Esas voces ya se están haciendo escuchar en muchos rincones del planeta.