Por Juan Turello. Por momentos, Argentina suele estar aislada del resto del mundo en...
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Por Claudio Fantini. La absurda dimensión totalitaria justifica imaginar que alguien, en el futuro, parafraseando a Niemöller escribirá: “Primero montaron usinas de propaganda política, pero no protesté porque no me importa la política; después crearon un instituto para revisar la historia, pero no protesté porque no me importa la historia…ahora vienen por mi pensamiento y ya no queda nadie para protestar”.
La creación de un ente burocrático para la “Coordinación Estratégica del Pensamiento Nacional” parece una chiste y justifica chistes: “Teresa Parodi y Ricardo Forster deben ser agentes de Magnetto infiltrados para ridiculizar al kirchnerismo”; “Le dieron asilo presupuestario a Forster”, etcétera.
También a comparaciones muy duras, como la que hizo Beatriz Sarlo: “Forster es al pensamiento lo que Sofovich es al humor”.
Lo indiscutible es que el mejor aporte que puede hacer Forster al pensamiento es rechazar el delirante puesto que le crearon. Sería su mejor servicio al pensamiento crítico y a la libertad de pensamiento.
La desopilante creación de un ente burocrático para regular el pensamiento es tan inquietante, que hasta podría interpretarse como una cortina de humo que intenta tapar el escándalo que tiene como protagonista a Amado Boudou. Y sacar de las tapas de los diarios al vicepresidente sería urgente para el Gobierno, porque es casi imposible pensar que Boudou pueda ser culpable, sin que también lo sean Néstor y Cristina Kirchner.
Si el vicepresidente es finalmente declarado culpable de corrupción por el caso Ciccone Calcográfica, resultará difícil creer que Kirchner era ajeno a la maniobra. Y, además, las sospechas crecieron por las resoluciones que tomó el gobierno de Cristina.
Haber sacado de un plumazo al eficaz y leal Esteban Righi, haber removido al juez Rafecas y al fiscal Rívolo, y finalmente haber estatizado una imprenta, todo por pedido de Boudou, justifica sospechar que el vicepresidente tiene un inmenso poder de extorsión sobre el gobierno kirchnerista. Y si alguien tiene ese poder es porque otro tiene vulnerabilidad ante la extorsión.
Para sacar semejante tema del centro de la mesa, hasta puede venir bien una iniciativa estrafalaria y preocupante como la anunciada por el Ministerio de Cultura de la Nación.■