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Por Juan Turello. La kafkiana resolución sobre Ganancias aportará poco para el consumo. Quizás algo en los sueldos que se cobrarán en junio y julio, que el ministro Axel Kicillof estimó entre 3 y 5%; para los especialsitas será mínimo, señala el comienzo de mi nota dominical en La Voz del Interior.
En el segundo semestre, con el impacto de los aumentos salariales –que tendrían un piso de 25%- la foto que hoy publica el Gobierno se volverá vieja. La película (Ganancias es un impuesto anual) resultará negativa para los empleados, que soportarán una mayor carga impositiva y no podrán recuperar la pérdida del salario real de 5% en 2014.
La UOM –que conduce la CGT kirchnerista- resolvió un paro de 36 horas, que quedó en suspenso por la conciliación obligatoria. Los bancarios, también integrantes de esa central obrera, pararán el martes. El Sindicato de Luz y Fuerza de Córdoba, que defiende “el modelo nacional y popular”, se movilizará el miércoles. El gremio de comercio lo hará el jueves.
Los efectos colaterales de la incomprensible medida sobre Ganancias: ayudará poco al consumo; los gremios mantendrán su conflictividad y no favorece a los políticos K. ¿Por qué se hizo? El indisimulable déficit fiscal –que rondaría este año los 250 mil millones de pesos, según Carlos Melconian- no permite abrir más la mano.
El consumo cayó en todos los canales 1,4% en 2014, según la consultora CCR, que mide volumen de ventas. La baja siguió en enero (0,2) y en febrero (0,4), aunque híper y supermercados tenían números azules en comparación con almacenes y autoservicios. En marzo, se derrumbaron todos: 1,6%.
En Córdoba, los almacenes tuvieron su abril: recuperaron 1,1% en relación a un año atrás, pero en 12 meses las ventas retroceden 23%, explica Germán Romero, del Centro de Almaceneros y Autoservicios. Y revela un cambio de hábito en alimentos: se compra más queso cremoso, pollo y yerba mate que lácteos, carne y café. En resumen: productos más baratos. Además, aumentaron las compras al fiado, la mora en el pago y la incobrabilidad.
Las ventas de los locales comerciales mejoraron 0,9%, pero el titular de la Federación Comercial (Fedecom), Rubén Martos, advierte que las comparaciones son en relación a meses malos de 2014.
¿«Brotes verdes» en otoño? Sí, en las ventas de lotes (“efecto Procrear y Banco de Córdoba”) y en los corralones. Poco para los demás.
Los “brotes verdes” –como se llamó en Estados Unidos la recuperación de algunos sectores tras la caída por las hipotecas subprime- se notan en las ventas de terrenos y de materiales para la construcción, admiten en las inmobiliarias y corralones. ¿Qué sucede? Los planes Procrear y del Banco de Córdoba alimentan el sueño de miles de familias de construir una vivienda propia para escaparle al alquiler.
El otoño, más cercano a un invierno, se mantiene en la industria automotriz. La producción cayó 21% en abril. La demanda interna no alcanza y Brasil atraviesa la peor fase del ajuste.
¿Cómo sigue la película? “No habrá mucho más hasta que el panorama electoral se aclare. Los próximos meses traerán números favorables porque la comparación se hace con el período de mayor impacto de la devaluación de enero de 2014. El empate es buen negocio”, sintetizó –en tono futbolístico- un comerciante cordobés.
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