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El fútbol argentino protagonizó anoche uno de los peores bochornos de los últimos años, al suspenderse el superclásico Boca – River. Los equipos no pudieron jugar el segundo tiempo por los octavos de final de la Copa Libertadores en La Bombonera.
Sucedió que cuando los jugadores de River Plate se hallaba en el túnel para ingresar al campo de juego, hinchas de Boca les lanzaron gas pimienta. Esto impidió que al menos cuatro jugadores (Ponzio, Vangioni, Kraneviter y «el Pity» Martínez) no pudieron continuar en condiciones físicas para concluir el partido, que en el primer tiempo concluyó 0-0. Este resultado consagraba el pase millonario a cuartos.
Los millonarios se molestaron con los jugadores de Boca que no se solidarizaron con sus pares. Al final, los integrantes del equipo xeneize se quedaron en el campo de juego y saludaron a sus parciales, quienes habían protagonizado los graves incidentes que provocaron la suspensión.
El secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, acusó al veedor de la Conmebol de actuar con «imprudencia, impericia y negligencia» al demorar por casi dos horas la suspensión del partido.