El gobierno de Cristina Kirchner se siente acorralado por las demandas políticas y económicas, por lo que en las últimas horas atacó con dureza a la oposición política y también a quienes buscan ahorrar en dólares para salvarse de la inflación.
El planteo…
… muestra también cierta incomprensión a la reacción de la sociedad. Los tres datos principales de ayer:
1. La Presidenta (en Twitter: CFKArgentina) pidió «a todos los argentinos que hablen con la verdad» y reclamó: «Si no te gusta el Gobierno por los derechos humanos, decilo; o porque los que antes eran pobres y vos podías contratarlos por dos mangos, decilo«.
Lo hizo luego de que la oposición política reuniera a 107 diputados nacionales, que firmaron una declaración contra la reforma constitucional, que alienta el kirchnerismo para abrir las puertas a la re-reelección de Cristina Kirchner.
2. Roberto Feletti (@RobertoFeletti), ex viceministro de Economía, admitió que el Gobierno no tiene dólares para venderles a los particulares para atesoramiento (que no es otra cosa que cubrirse en una moneda fuerte ante la inflación). «No convalidaremos que quien tenga un peso lo convierta en dólares», dijo. La Presidenta había negado en Estados Unidos que existiera el «cepo cambiario». «Ese es un título mediático; así que cambiénlo», pidió en esa ocasión.
3. Diego Bossio (@DiegoBossio), titular de la ANSES, admitió ante la Corte Suprema de Justicia que si debe atender los 240 mil reclamos judiciales de jubilados y pensionados por reajustes de haberes «caería en un déficit operativo, pues (el organismo) no tiene fondos suficientes para hacer frente a esa erogación». El funcionario salió de la Corte en medio de airadas protestas de los jubilados (foto).
Las críticas apuntan a que el Gobierno ya usó recursos del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) en diversas iniciativas -por caso, le prestó plata a Daniel Scioli para pagar el aguinaldo a los estatales bonaerenses-, mientras le niega esos recursos a los auténticos beneficiarios: los jubilados.