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Por Juan Turello, desde Mar del Plata. El dato saliente es que las expectativas cambiaron para bien en relación al próximo semestre, pero el cambio “no será rápido”. ¿Qué mejorará para los empresarios? Las ventas, las exportaciones y la inversión. ¿Y el empleo? Se mantendrá. Veamos su desarrollo.
La encuesta semestral de D’Alessio Irol para IDEA mostró un cambio importante en la tendencia hacia lo positivo, con expectativas de mejoras en las ventas (la rentabilidad no se recuperará al mismo ritmo), las exportaciones y la inversión. Las expectativas llegan a 56 puntos, en un esquema en el que el 50 tiene valor neutro. Para los consultados, el semestre abril-octubre se ubicó en 44 puntos.
Para crecer, en las compañías privadas se considera necesario diversificar productos y servicios, lograr alianzas estratégicas y abaratar costos. Es decir, toda mejora provendrá, principalmente, de “puertas adentro”.
D’Alessio explicó que las expectativas están puestas, de modo central, en el mercado interno, para lo cual serán necesarias inversiones. La muestra reveló que las empresas prevén que ésta rondará el 11% de las ventas. “Las inversiones son del tipo soft (blandas) que apuntan a estirar los equipos productivos, más que en levantar nuevas plantas”, enfatizó.
¿Qué piden? Eliminación de impuestos distorsivos, clarificación de reglas de juego, y –dos cuestiones ligadas a la inversión- política fiscal en esa dirección (exenciones) y financiamiento de largo plazo.
¿Qué reclaman del Estado? Más electricidad (66%) y gas (41%), mejoras en rutas y caminos internos (48%) y en el ferrocarril de carga (42%). En palabras básicas, una mejora en la infraestructura (promesa generalizada de los candidatos presidenciales).
El economista Dante Sica (Abeceb), que compartió la difusión de los datos de la encuesta, señaló que la mejora en las expectativas tiene que ver con el fin del kirchnerismo (intervencionismo excesivo del Estado), aunque advirtió que ese cambio “no se verá rápidamente”.
Para Sica, la economía se expandirá este año 0,5% (estancamiento).
“El atraso que tiene el tipo de cambio obligará a una corrección”. ¿Cómo será? ¿Con correcciones marginales (eliminación de las retenciones a las economías regionales y a la industria)? ¿O con una deva-fiscal (vía devaluación en parte y correcciones fiscales, baja de impuestos)?