Por Juan Turello. Por momentos, Argentina suele estar aislada del resto del mundo en...
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La Argentina vivió ayer un día con sabor agridulce. El sabor dulce provino de la reglamentación del Programa Nacional de Reparación Histórica de Jubilados y Pensionados, que implica mejorar el haber de unos 2,4 millones de pasivos y pagar los juicios contra el Estado, al tiempo que habilita el blanqueo de capitales.
El sabor agrio estuvo vinculado con los malos datos de la industria y de la construcción en junio, además de la pérdida de casi 60 mil empleos formales a mayo último, según datos oficiales. Repasemos.
La reglamentación de la reparación histórica para los jubilados fue dada a conocer ayer en el Boletín Oficial y, de inmediato, la Administración Nacional de la Seguridad Social –ANSES- habilitó en su página un instructivo para los beneficiarios. El paso más importante por ahora es obtener la clave de la seguridad social por parte del jubilado o pensionado, para que la ANSES le informe en esa cuenta -que incluirá un correo electrónico- si es beneficiario de la mejora en los haberes o qué acuerdo se propone para saldar la demanda judicial.
Escuchá la explicación de Fernando Viera, especialista en temas previsionales, sobre la cuestión que daba en el programa Juan al Medio, de Radio Continental Córdoba.
El blanqueo incorporó nuevos beneficiarios, con el objetivo de allegar fondos para el Gobierno nacional, que mejoren la economía y permitan la salida de la recesión. Para los especialistas, si la gestión de Mauricio Macri logra una adhesión de unos 40 mil millones de dólares, la economía puede recuperarse de las caídas que muestran la industria y la construcción.
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El sector fabril cayó 6,4% en junio, con un acumulado de 3,3% en el primer semestre, a tono con los indicadores privados. La baja en la industria está explicada fundamentalmente por la caída de las exportaciones a Brasil por parte del sector automotor y por una menor demanda del mercado interno.
La construcción se desplomó 19,6% en junio, la más alta del año, con una baja de 12,4% en los primeros seis meses, según informó el INDEC. La baja interanual significa una pérdida de alrededor de 62 mil puestos de trabajo, ya que en mayo de 2015 los puestos registrados en la construcción llegaban a 451 mil, y en el mismo mes de este año bajaron a 389 mil.
La buena noticia es que los pedidos de construcción en los 42 municipios más representativos del país crecieron 6,8% respecto de junio del año anterior y mejoraron 3,4% en el primer semestre, lo que apuntalaría una recuperación del sector para la segunda mitad del año. Además de las obras privadas, los gobiernos de distintos niveles esperan poner en marcha planes de obra pública.
En cuanto al empleo, a mayo último, los trabajos formales se habían reducido en 59.840, según datos del Ministerio de Trabajo de la Nación, en base a los aportes personales al Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA). El 90% se explica por la baja de puestos en la construcción.