La Secretaría de Comercio Interior dio otro paso al sumar al congelamiento de precios por 60 días a las cadenas de electrodomésticos (Falabella, Rodó, Frávega, Garbarino y Musimundo, entre otras). Además de los supermercados, se prevé sumar a las naftas y a los útiles de la canasta escolar.
¿Qué plan hay por parte del Gobierno detrás del congelamiento de precios? Uno tiene que suponer que algo existe en función de que la presidenta Cristina Kirchner (en Twitter: @CFKArgentina) había desconfiado de este tipo de medidas pocos días atrás. «Los acuerdos (de precios) no sirven», dijo y apeló al poder de los consumidores.
Las posibles razones:
1. Moderar las expectativas inflacionarias: sirve, pero sólo por corto tiempo (60 días, por caso). Si no hay un plan, lo que hoy se congela actuará como colocar algo en una olla a presión y «explotará» con mayores aumentos cuando finalice el acuerdo, como lo demuestran las experiencias de los planes «Inflación Cero» (1974), Austral (1985) y Primavera (1987), y los realizados durante el kirchnerismo, para nombrar sólo los más recordados por la sociedad.
2. Moderar las expectativas en las paritarias: no sirve. Las dos CGT (oficial y rebelde) ya anticiparon que el piso de las futuras negociaciones será la suba de 2012 (25,6%, según la «Inflación Congreso»). Un botón de muestra: el gremio docente, alineado con el oficialismo, pidió 30% en la paritaria nacional; el Gobierno ofreció 17%, aunque podría llevar esta propuesta a 20%.
3. ¿Etapa de preparación para un plan antiinflacionario? Puede ser. Cuando se lanza ese tipo de programas, se prepara el terreno con medidas que contengan las expectativas de inflación. Ese programa podría incluir una nueva moneda, como hizo público el ex vicepresidente Julio Cobos (@JulioCobos). Imponer una nueva moneda (¿dos o tres ceros menos?) tiene ventajas y desventajas. Esta posibilidad cobró fuerza en las últimas horas y se especula que ambas medidas se tomarían a fines de marzo, previo a los feriados de Semana Santa y Malvinas.
Para el final, vale mencionar la receta de Brasil, que registró una suba de 5,5% en todo 2012. Prevé bajar impuestos a los alimentos y a los sectores exportadores, mayores líneas de crédito a la inversión y un fuerte plan de obras públicas.