Por Claudio Fantini (@claudioofantini) Podrían haber anunciado que Hugo Chávez se preparaba para el regreso a su país en pocos días. Al menos podrían haber anunciado el domingo: “en las próximas horas, regresará al país el presidente Chávez”. En lugar de eso, al hermetismo absoluto lo rompió un tweet en la madrugada.
El exuberante líder caribeño regresó secretamente cuando su país dormía, y la noticia encabezó en la red portadas de diarios extranjeros antes que las de muchos diarios venezolanos. Por caso, Noticia al Día, de Maracaibo, recién publicó en la red la noticia un par de horas después de que estuviera en la tapa de varios diarios argentinos y europeos. Además, a la noticia no la acompañó un parte médico que detallara la mejoría en el estado del presidente. Por eso fue inevitable preguntarse si Chávez regresó a Venezuela porque está en franca recuperación, o si la razón del retorno es todo lo contrario.
Serán las siguientes horas y días las que revelarán esa incógnita. Dejarán en claro si Chávez está próximo a retomar las actividades gubernamentales y la vida normal, o si lo que se aproxima es un final que el líder bolivariano quiere que lo encuentre en su país y no en el extranjero.
Estas dudas inquietantes no planearían sobre Venezuela si se hubiera anunciado el retorno con días o al menos horas de antelación, describiéndose pormenorizadamente la mejoría. Si por estas horas son tan concebibles la mejor como la peor de las posibilidades, es precisamente por la anomalía de un retorno envuelto en el secreto oficial y en la oscuridad de la noche.
Las últimas fotos, que son a la vez las primeras del pos-operatorio, fueron creídas por unos y descreídas por otros. Algunos hablaron de montaje fotográfico, otros depararon que era difícil deducir una mejoría de fotos que retrataban un instante demasiado breve, quizá una efímera sonrisa obtenida con esfuerzo por las hijas que lo flanqueaban.
Siempre hay malpensados dispuestos a difundir fatalismos y ha descreer de todos, pero también hay un modo de informar que alienta las teorías conspirativas.