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Por Juan Turello. Martín Guzmán acaba de ganar una segunda semana de tranquilidad frente a la cotización de los dólares financieros y el blue, que se desplomó casi 40 pesos desde el récord de 195 pesos el 23 de octubre, señala mi nota en LaVoz.com.ar. Pero estas victorias tienen su costo: megacepo para los ahorristas, restricciones de importaciones y para el pago de obligaciones y la emisión de deuda en dólar linked, ligada a la cotización oficial de la moneda norteamericana.
Este lunes y martes emitirá bonos por unos 750 millones de dólares para facilitar la salida de la Argentina de los fondos Pimco y Templeton, fondeados en pesos. En campaña, el oficialismo cuestionaba el endeudamiento de Mauricio Macri.
A Guzmán aún le resta presentar el trago más amargo: una fuerte reducción del gasto público, que evitará que el mercado se inunde de pesos, que van a precios o al dólar.
Sobre el recorte del gasto, Guzmán ya trazó algunas señales: la ayuda a empresas a través del ATP finaliza en diciembre, como ratificó Matías Kulfas, ministro de Desarrollo Productivo. El IFE continuaría en 2021, pero no alcanzaría a los casi nueve millones de beneficiarios actuales.
Más recortes: Guzmán prometió a los grandes empresarios nucleados en AEA que su intención es bajar el déficit fiscal primario de 4,5% del producto interno bruto (PIB), como establece el Presupuesto 2021.
Luego, para calmar al kirchnerismo, debió explicar su posición ante un vocero radial de ese sector. “Los empresarios deben aceptar que los que gobernamos somos nosotros”, se defendió.
El ajuste del gasto sería una señal clave para el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que exigiría también subir impuestos y que el aumento a los jubilados esté por debajo de la inflación.
Además del respaldo de Alberto Fernández, el ministro mostró en las últimas horas otras cartas: tiene llegada a varios hombres clave del staff de Joe Biden, quien tiene un pie en la Casa Blanca. Sergio Massa también exhibe contactos similares.
Sería un dolor de cabeza si Biden -que el Presidente define en la intimidad como un “aliado”- designa como secretario del Tesoro a Larry Fink, titular del fondo BlackRock y crítico de las políticas del peronismo, o a Janet Yellen, extitular de la Reserva Federal y partidaria de controlar el gasto.
Por otra parte, Estados Unidos no ve con buenos ojos los acercamientos con Rusia y con China. Ese enfoque no se va a modificar si cambia el habitante del Salón Oval.
Además de lo que suceda en el gobierno de Estados Unidos, con fuerte peso en el FMI y en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Guzmán deberá enfrentar la resistencia de gobernadores peronistas y del kirchnerismo, que no quieren un ajuste en el crucial año electoral 2021.
El ministro de Economía deberá enfrentar la resistencia de gobernadores peronistas y del kirchnerismo, que no quieren un ajuste en el crucial año electoral 2021.
¿Cuánto podrá aumentar la luz y el gas para recortar los millonarios subsidios económicos? El peronismo llevó a cabo una feroz campaña contra “el tarifazo de Macri”. Todavía están las pintadas en cordobés básico.
Más que en las caravanas de la victoria, Alberto Fernández debe concentrarse en cómo ayudar a Guzmán, jaqueado en varios frentes económicos y políticos.