Por Juan Turello. Por momentos, Argentina suele estar aislada del resto del mundo en...
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Por Juan Turello. Aldo Pignanelli, ex titular del Banco Central, disparó: “El Gobierno despertó a la bestia” (o al dólar, si se quiere). El economista tradujo así los errores en el manejo de la política fiscal y cambiaria. Pese a la suba de tasas, el dólar blue terminó el martes a 14,65. Repasemos.
A este dato hay que sumarle la incidencia de la incertidumbre electoral (¿o certeza sobre el ganador de los próximos comicios?) y la histórica propensión de los argentinos a refugiarse en el dólar ante cada elección. Estos datos forman parte de la nota publicada en la edición dominical de La Voz del Interior. Veamos el resto.
Al final, la administración kirchnerista respondió con medidas ortodoxas a la corrida, que en principio había minimizado. En las últimas semanas habrían salido de los plazos fijos unos 6.000 millones de pesos, según cálculos bancarios. Particulares y empresas dolarizaron sus inversiones.
La ortodoxa suba de tasas permitirá a los particulares obtener hasta 24% anual. Quizá puedan perder unos puntos ante la inflación prevista – entre 25 y 30%-, pero es una colocación viable si no se desea acudir al mercado paralelo. Pequeñas y medianas empresas recibirán hasta 26,2%.
Esa medida, más el dinero que Tesoro nacional toma del mercado a tasas de entre 27 y 28% anual, frenará aún más la economía. La inversión ya era escasa, la suba de tasas y las especulaciones en torno del dólar pueden paralizar aún más las decisiones de consumo.
$6.000 millones habría sido la caída de los depósitos a plazos fijo, según fuentes bancarias. La incertidumbre electoral (¿o certeza?) y la inflación alientan la dolarización.
Por la venta de bonos en dólares de la ANSES y otros organismos, el blue terminó el martes a 14,65 pesos, 6,5% más que a comienzos de año (13,60). El oficial cerró a 9,19 pesos. La brecha del 60% alienta expectativas de devaluación. “Economistas y público se preguntan cuándo y cuánto será la devaluación”, apunta José Simonella, CPCE de Córdoba.
¿Por qué los candidatos no hablan de estos temas? Porque cualquier solución es “piantavotos”. No se puede sostener un déficit fiscal que en los cinco primeros meses llegó a 87.154 millones de pesos. Las cuentas oficiales cerrarían el año con un rojo de más de 250 mil millones. Ese dinero en el mercado alienta la inflación ante una producción industrial en retroceso e importaciones congeladas.
¿Aguanta la economía hasta el 10 de diciembre? La producción industrial retrocede desde hace 23 meses; el superávit comercial cayó 63% en el primer semestre y dejará en las arcas oficiales poco más de 1.200 millones de dólares. Por dólar ahorro, ya se liquidaron más de 3.400 millones en el año. “Cuando la economía real deja de ser negocio en beneficio de la renta financiera, el final está cantado”, advirtió un empresario que pidió no ser identificado. Esta semana la Unión Industrial de Córdoba debatirá cómo volver al crecimiento.
Los candidatos no hablan de estos costos. Prefieren los mensajes esperanzadores. Olvidan que la economía es inexorable a la hora de pasar la factura.