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/xS. Luego de lo acontecido en el partido de River-Belgrano, sobre el que todavía se discute si entró realmente la pelota en el último gol de los celestes (ganaron 2-1), en Argentina se reavivó el debate sobre el uso de la tecnología en el fútbol.
Lo cierto es que las quejas de los hinchas y de los equipos perjudicados por equivocados fallos arbitrales en la anulación o convalidación de un gol, viene desde hace rato. Tal vez el último hito que se recuerde, a nivel global, sea el gol mal anulado a Franky Lampard que le permitía a Inglaterra igualar ante Alemania en el Mundial de Sudáfrica 2010. La decisión le costo al juez uruguayo Jorge Larrionda no volver a dirigir en dicho certamen.
Por tales motivos la tecnología saldrá a las canchas en el Mundial Brasil 2014, donde la FIFA implementará un sistema alemán denominado «GoalControl-4D«, cuya elección implicó descartar tres duros rivales: GoalRef, Cairos y el ya conocido «Ojo de Halcón» (Hawk-Eye) utilizado en el tenis.
GoalControl dispone de 14 cámaras de alta velocidad que vigilarán desde diferentes ángulos todos los movimientos en los dos arcos (de las 12 canchas del Mundial de Brasil) enviando las imágenes a un potente sistema informático que filtra los jugadores, árbitros y todos los objetos perturbadores para determinar si la pelota ingresó en su totalidad, en cuyo caso el árbitro recibirá una señal vibratoria y óptica con la palabra «Gol» en la pantalla de su reloj, en menos de un segundo.
Datos técnicos:
El sistema GoalControl-4D ya fue probado en 2013 durante la Copa Confederaciones y en la Copa Mundial de Clubes de la FIFA sin registrar fallas. Este video muestra la variedad de pruebas realizadas para determinar la precisión del sistema.
El costo de este sistema supera los 3 millones de dólares (algo así como unos 250.000 dólares por estadio), número que seguramente retrasará la implementación en las canchas argentinas.■