Por Juan Turello. Por momentos, Argentina suele estar aislada del resto del mundo en...
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Mientras los productores agropecuarios miran al cielo para saber cuándo podrán cosechar la soja y el maíz de la actual campaña, el kirchnerismo cuenta las horas para saber cuándo vendrán al país los dólares por la exportación de los granos gruesos.
Las torrenciales lluvias de la semana pasada habían complicado la trilla, por lo que recién a partir del último fin de semana se pudo ingresar a los campos. La cosecha total podría rondar los 93,1 millones de toneladas, en tanto la soja aportaría 51 millones. El actual ciclo sería la segunda mejor cosecha de la Argentina, luego del récord de 2010/11.
El economista Nadin Argarañaz, del IARAF (en Twitter: @Iarafarg), difundió ayer los siguientes datos preliminares:
■ La producción agrícola superaría los 93 millones de toneladas, 9,8 millones más que en 2011-12 (12%), pero 4% inferior al récord de 2010-11.
■ La cosecha de soja se estima en 51,3 millones de toneladas, 28% más respecto al bajo ciclo anterior.
■ El maíz podría alcanzar un nivel récord con una producción de 25,7 millones de toneladas.
■ El valor bruto de la producción (VBP) -en el mejor de los escenarios- rondaría los U$S 40.020 millones; la soja aportaría 26.162 millones y el maíz 6.731 millones (en todos los casos se considera la venta total de la cosecha).
■ El escenario más conservador estima un VBP de U$S 37.781 millones, con 24.638 millones correspondientes a la soja y 6.350 millones al maíz.
La cosecha y la posterior venta al mercado interno como al exterior tienen un gran impacto en la economía argentina. Las reservas del Banco Central, que llegaron a 52 mil millones de dólares en 2011 (cuando se impuso el cepo cambiario) alcanzaban ayer a sólo 40.454 millones.
Néstor Roulet (@NestorRoulet), ex vicepresidente de CRA y ex titular de CARTEZ, sostienen que entre este mes y mayo, el productor liquida el 40% de la cosecha; otro 20% entre julio y agosto, y otra cifra importante en octubre. El Gobierno pretende que los hombres de campo vendan ahora toda su producción para incrementar las reservas. «El productor vende la soja cuanto necesita dinero», afirma.