Por Juan Turello. Por momentos, Argentina suele estar aislada del resto del mundo en...
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Por Juan Turello. El encargado de una céntrica galería, ubicada a metros de la emblemática esquina de General Paz y Colón, termina de repasar los títulos de los diarios. Los últimos hablan de datos positivos en la macroeconomía. Sin embargo, el consumo no repunta a nivel de almacenes, autoservicios y supermercados, señala mi nota en La Voz. ¿A qué responde esta desfase? Veamos.
El comerciante vuelve a su entorno. Levanta la vista y observa que tres locales de ese céntrico espacio están vacíos. Uno de ellos fue literalmente “abandonado” por su inquilino.
Una de las razones del desfase entre los títulos y la realidad es la inflación -23% interanual-, ya que no todos los salarios acumularon ese porcentaje a septiembre último. Hubo alimentos con alzas mayores.
Las otras: las exportaciones empujaron el mayor ensamble de automóviles y las fábricas liquidan stocks en base a rebajas y financiación a costo cero. La inversión en energía será rentable en función de mayores precios que reconocerá el Gobierno nacional.
Dujovne admitió ante dirigentes cordobeses que sería “inevitable” un impuesto a la renta financiera para aprobar las leyes económicas
Pero el golpe duro al bolsillo lo están propinando los servicios, que estuvieron desfasados en la década, pero el fuerte ajuste que aplica la actual administración, recorta las posibilidades de mayor consumo por parte de asalariados y jubilados.
Las naftas aumentarían 10% después de las elecciones; el gas natural, 40%, tras la audiencia pública de noviembre y otro tanto sucedería con la energía eléctrica.
La suba de impuestos y tasas –que este año promedió por arriba del 30%- también quita pesos del bolsillo de los consumidores, al igual que otros servicios que consume la clase media, los cuales estuvieron por encima de la inflación oficial que se prevé entre 20-22% para este año.
Novedades: el ministro Nicolás Dujovne deslizó a sus interlocutores cordobeses que desde 2018 regirá un impuesto a la renta financiera. Sugirió que será la moneda de cambio para que la oposición apruebe el Presupuesto 2018, que prevé un fuerte recorte en los subsidios al transporte y a la energía.
“Es político. Lo reclama la oposición; todos los países lo tienen, pero en el actual contexto perjudicará más al pequeño ahorrista que a otros inversores”, comentó uno de los interlocutores del titular de Hacienda.
Aún es una nebulosa qué sucederá con el impuesto al cheque, mientras Dujovne insiste en que las provincias bajen Ingresos Brutos. Inviable, si el Gobierno nacional no modifica el reparto de los tributos y prevé darle más fondos a Buenos Aires.
El descalce entre los grandes titulares y el consumo se mantendrá por varios meses más.