Por Juan Turello. Por momentos, Argentina suele estar aislada del resto del mundo en...
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Por Eugenio Gimeno Balaguer. En el primer trimestre de 2014, cerraron 2.867 pequeños negocios, entre ellos algunas pequeñas y medianas empresas, según el relevamiento de alumnos de posgrado de nuestra cátedra en Córdoba.
De las causas detectadas, además de las ya consabidas derivadas de las medidas gubernamentales, surge como un elemento importante ❝el mal servicio brindado❞.
Hubo excepciones, empresarios entrevistados dijeron: ❝Si no podemos contrarrestar variables fuera de control, mejoramos las que sí podemos manejar, como calidez, amabilidad, anticipación, respuesta inmediata, siempre responder a un requerimiento❞, fueron algunas de las más mencionadas.
El tiempo como tal ni crea ni destruye nada, las energías que vibran conforme se agotan y decaen, conspiran a tal efecto.
Las cosas existen como procesos en el tiempo. Proceso significa cambio continuo. El tiempo carece de ritmo, de paso o celeridad. Sólo el proceso tiene celeridad.
Cuando ❝ahorramos tiempo❞, sólo lo es en el sentido de controlar la celeridad de los procesos; cuando ❝detenemos el tiempo❞, sólo es en demorar el inicio de los procesos.
❝El tiempo no pasa, el paso es el nuestro a través del tiempo❞.
El tiempo no pasa, el paso es el nuestro a través del tiempo, ya allí está la clave, como decimos una hora de Juan no es lo mismo que una hora de Pedro, depende de qué le pongamos adentro.
Muchas empresas se resisten a cambiar esperando a ver qué dice el Gobierno, qué dice el mercado, mientras eso pasa podemos volver atrás el reloj pero no el tiempo que el reloj ha medido, como dice mi amigo canta autor: ❝Lento el tiempo es gran señor y grande el tendal que deja❞.
Y así será si no anticipamos nuestra decisión de cambiar para, pese a todo, mejorar.■