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Hasta este miércoles, se llevará a cabo la primera experiencia sobre la venta de los llamados «bonos de carbono» (en realidad, Certificados de Carbono Desplazados), que puso en marcha el Gobierno de Córdoba, a partir de un proyecto del Ministerio de Servicios Públicos, que conduce Fabián López. El día 7, las empresas e instituciones inscriptas podrán optar por el remanente de créditos, que equivalen a casi unas 27 mil toneladas. De qué se trata la iniciativa.
La subasta se sucede a la ya realizada en una primera etapa, por 8.400 toneladas de emisiones reducidas (medidas en toneladas de dióxido de carbono equivalente).
La primera subasta se concentró en unas 46 empresas constructoras de obra pública, interesadas en compensar parcial o totalmente su huella de carbono.
La tonelada se monetizó a un precio promedio de 550 pesos, y un máximo de 800 pesos. Estos valores son similares a los precios de mercados internacionales para este tipo de proyectos.
En total, hubo 190 participantes, de los cuales 63 fueron empresas oferentes de créditos de carbono (principalmente vinculadas a energías renovables, gas natural y eficiencia energética) y otros 127 compensadores (firmas, organismos públicos y privados y funcionarios).
La subasta electrónica de los llamados “bonos de carbono” se genera a partir de créditos, que recompensa a quienes están mitigando las emisiones nocivas.
La iniciativa de Córdoba apunta a promover la reducción de gases de efecto invernadero y a fomentar el uso de las energías sustentables.
Y, por otro lado, permite a las empresas que aún no pueden disminuir las emisión de gases, compensar el daño que están provocando al ambiente, al comprar los llamados “certificados de carbono desplazado”.
Por otra parte, el Banco de Córdoba (Bancor) ya garantizó su participación a través de la compensación de su huella de carbono.
La primera adquisición será por el equivalente a 444,20 toneladas de CO2, generadas en 2021, que serán valuadas en las rondas iniciales de subastas.
También participan de la iniciativa las universidades públicas y privadas de Córdoba, que integran junto al INTI, un Comité de Certificación de Carbono Desplazado (CCCC), para la cuantificación, la certificación y la validación.
Asimismo, participar la plataforma de blockchain de BIDLab, para la tokenización de esos certificados.