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No hay dudas de que la inflación es el enemigo a vencer por el gobierno de Mauricio Macri en el segundo semestre del año. Hoy se conocerá el primer dato oficial del “nuevo Indec”, luego de la manipulación del kirchnerismo desde 2007. El primer dato no sería alentador para el Gobierno: mayo habría cerrado con una suba de 4,5%.
La “previa” de los datos privados resultó demoledora: la Inflación Congreso (promedio simple de las consultoras privadas) fue de 3,5% en mayo y 43,7% en los últimos 12 meses; la CGT de Hugo Moyano registró 43% y la consultora Abeceb, 41,1%. En Córdoba, la medición de La Voz del Interior registró 4,7% en mayo y la canasta alimentaria del CPCE llegó al 40%.
En sus últimos análisis, el Banco Central insistió en que la “inflación core” (o inflación núcleo) se desaceleró en los últimos meses y que los números altos de abril y mayo reflejan el tarifazo en electricidad, gas natural y agua en la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense. En el informe de ayer, consignó que las expectativas apuntan a una inflación de 1,5% en el último trimestre del año.
El tarifazo desató el malhumor social. Los hoteleros pusieron el grito en el cielo con vista a la próxima temporada de invierno. “Los que tienen recursos aprovecharán para irse al exterior, dada la oferta muy ventajosa de varias aerolíneas. Los que no tienen recursos es obvio que no saldrán de vacaciones”, confesó a este sitio un directivo de la Cámara Argentina de Turismo.
En Córdoba, en una alianza inédita, taxistas y remiseros se unieron para pedir un subsidio de la Municipalidad de Córdoba al GNC.
Los asesores de Macri admiten que la inflación bajará en el segundo semestre porque ya pasó el impacto del tarifazo y por la recesión. Por ello, el Gobierno apuesta a una ambicioso plan de obra pública que permita generar 10 mil empleos por mes y comenzar a mover la rueda del consumo.
La otra apuesta es el pago de los juicios a los jubilados y la mejora para unos dos millones de pasivos que no iniciaron una demanda judicial, pero cuyos haberes fueron mal calculados o ajustados en los últimos años.